Después de una temporada de éxito en el teatro Helénico, la obra 3 Días en Mayo regresa a los escenarios para demostrar porque los políticos mexicanos tienen una parada obligada por el teatro.
Si quieres saber que nos pareció esta aclamada obra, sigue leyendo porque, además, tuvimos la oportunidad de hablar con el protagonista de la obra, Sergio Zurita, quien nos habló de lo difícil que es llenar los zapatos del gran Winston Churchill.
El regreso de la obra 3 días en Mayo
Algunos siglos antes de la Segunda Guerra Mundial, el filósofo, político y orador, Cicerón, nos habló acerca de la importancia del valor en los hombres que gobiernan. En pocas palabras, sin el suficiente coraje un gobierno no puede enfrentarse a las dificultades de la guerra.
Casi 2,000 años después, Winston Churchill lo repitió, cuando tomó una de las decisiones más difíciles de su vida: declararle la guerra a Hitler aún con todo en contra. La obra de teatro 3 Días en Mayo nos presenta precisamente este momento que cambió el curso de la historia mundial.
Los aficionados de la historia no tendrían porqué dudar en acudir a la sala para disfrutar de esta puesta en escena, son aquellos que nunca se han interesado en esta época los que deben atreverse a acercarse al teatro. ¿Por qué? Más allá del contexto, esta obra nos presenta una cuestión latente en todo momento: la importancia del gobernar.
Tomar una decisión que podría afectar a millones de personas no es algo para lo que la vida nos prepare; sin embargo, la gente al frente debe hacerlo día a día y vivir con las consecuencias.
Para representar esta disyuntiva no existe mejor personaje que Churchill, que en esta ocasión es personificado por Sergio Zurita quien, junto a su gabinete de guerra, nos presenta a un grupo de grandes hombres luchando por decidir la mejor forma de cuidar de su país.
La obra 3 días en Mayo va de lo urgente a lo histérico manteniendo al público pendiente de cada palabra que se pronuncia en el escenario. Además, gracias a la creativa e instructiva escenografía puede enfocarse en la obra sin preocuparse de los detalles históricos que no conoce pues quedan claramente explicados antes de cada escena.
La obra fue escrita por el dramaturgo Ben Brown y se basa en los diarios de Jock Colville, secretario de Winston Churchill, quien será nuestro narrador durante este thriller.
En la actualidad, la importancia de una obra como esta no radica en los hechos que presenta sino en lo actual que resultan los personajes para cualquier gobierno moderno, sin importar su color o ideología.
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Entrevista: El reto de ser Churchill
Las horas previas a la última palabra que toma Churchill son el eje central de la obra 3 Días en Mayo protagonizada por Sergio Zurita a quien entrevistamos para saber más acerca de la importancia de esta puesta en escena.
¿Qué tanto cambió tu forma de percibir este periodo de la historia luego de tu preparación para la obra?
Sergio Zurita: Digamos que cada vez he ido entendiendo más la premura de los tres días en mayo a los que hace referencia la obra, es decir, tres días es nada para tomar una decisión que pudo haber cambiado el curso de la historia. La pregunta era: ¿pactamos con los nazis o les hacemos frente?, lo cual podía significar la destrucción del Reino Unido como lo conocemos, seguramente la destrucción de Inglaterra y el triunfo absoluto de Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Eso hubiera cambiado la historia de manera absolutamente radical, de entrada, por ejemplo, hubieran desaparecido a los judíos de la faz de la Tierra.
¿Hubo algún dato que te haya asombrado en el proceso creativo?
La información de que sí existieron estas juntas que dan origen a 3 días en mayo es reciente, de ahí que a Ben Brown se le ocurriera escribir la obra. No deja de sorprenderme la decisión tomada, pero hay una lógica en ella, es decir: ‘sí pactar, pero ¿a cambio de qué?, mejor nos morimos peleando, que no se diga que nos rendimos’. Luego vienen varios golpes de suerte, como Dunkerque, la entrada de los Estados Unidos… Tampoco deja de sorprenderme el valor del pueblo británico.
¿Cómo te documentaste para dar vida a Winston Churchill?
Estuve leyendo mucho. El biógrafo oficial de Churchill es Sir Martin Gilbert, su biografía es muy amplia, de varios tomos. Hay algunas otras, por ejemplo, hay una de cuatro textos distintos y que fue escrita desde varios puntos de vista, como el psicológico.
Hay seis tomos escritos por el propio Churchill sobre la Segunda Guerra Mundial… Pero uno que me gustó mucho y que creo que me sirvió bastante fue My Early Life, es verdaderamente conmovedor, muy bonito.
¿Qué aspectos de la personalidad de Churchill reconoces en ti?
Un gusto por el lenguaje, un placer por la palabra hablada y escrita. A mí me gusta escribir y hablar igual que a él; no me comparo, por supuesto, pero él hacía radio de pronto y eso es una feliz coincidencia. Se despertaba a las 11 de la mañana pasara lo que estuviera pasando, y se levantaba dos horas después, todo lo hacía desde ahí mientras le tomaba dictado su famoso secretario Jock (John Colville).
Desayunaba huevos fritos, tocino, tomaba vino de desayunar. Los malos hábitos alimenticios es algo en lo que me parezco, odiaba hacer ejercicio y era pésimo con sus finanzas, igual que yo. Y también nos parecemos en la falta de una figura paterna absoluta.
¿Qué tan pertinente es la obra 3 Días en Mayo en una época como esta, con personajes como Donald Trump?
La obra ha tenido una repercusión inmediata. Churchill decía que negociar con un cocodrilo es estar esperando que te coma al último. De hecho, Paco Calderón hizo un cartón en donde, además de que me echaba una flor, hablaba de no pactar con tiranos, como Chamberlain —el Primer Ministro anterior a Churchill—, que pacta con Hitler y Hitler por supuesto no cumple su palabra. Paco Calderón aprovechaba eso para decir que no había que pactar con Trump. El día que se invita a Trump y está por llegar, Enrique Krauze estaba hablando con Loret de Mola del error de Chamberlain. Dijo que era una de las grandes lecciones del siglo 20 y que no la habíamos aprendido. Krauze justo había asistido el fin de semana anterior al teatro, luego escribió un artículo al respecto de la visita de Trump y mencionó la obra.
¿Qué significa para ti ser el único Churchill de habla hispana y que México sea el primer país donde se presenta la obra después de Londres?
Trato de no pensar en eso, porque me pongo más nervioso, pero sin duda es lo mejor que me ha pasado, es un reto muy grande. Existen registros de la voz de Churchill, de cómo se movía, muchísimos actores lo han interpretado y si logras el efecto de “es que es igualito” le llevas tres goles de ventaja a los demás. Encontrar la voz y las posturas fue todo un reto muy divertido.
¿Qué te dijo Ben Brown cuando vio tu actuación en la obra 3 Días en Mayo?
Me comentó que era el montaje con más imaginación que había visto de la obra, que le gustaba mucho, me felicitó.
Bajo la dirección de Lorena Maza, en este drama político producido por la Sociedad Artística Sinaloense también participan los actores Luis Miguel Lombana (Neville Chamberlain), José Carlos Rodríguez (Lord Halifax) y Fernando Bonilla (Jack Colville).
Miguel Conde y José Carriedo alternan como Clement Attlee; Pedro Mira y Alberto Lomnitz harán lo propio con la personificación de Arthur Greenwood. En tanto, Arnaud Charpentier da vida a Paul Reynaud y Juan Carlos Beyes al General Dill.
La cita para disfrutar de la obra 3 días en Mayo es cada lunes y martes a las 20:30 y puedes conseguir los boletos aquí.
Dónde: Av. Revolución 1500, Col. Guadalupe Inn
Cuándo: del 11 de febrero al 16 de abril, lunes y martes, 20:30
Cuánto: $350-$600