El Complejo Cultural Los Pinos se puso más guapo con un nuevo proyecto que busca poner en alto el maíz mexicano: la Casa de la Cultura Alimentaria, también conocida como Cencalli. Este espacio cultural tiene como objetivo acercar a todos los chilangos con el trasfondo económico, político, cultural, climático y social del maíz; de esta manera hacernos más conscientes acerca de nuestra alimentación. ¡Sin maíz, no hay país!
La experiencia de visitar Cencalli comienza desde que llegas a Los Pinos —pero qué elegancia—, puesto que se encuentra dentro de esta enorme residencia en el edificio conocido como Molino del Rey. Cada rincón de este lugar alberga historia, sabor y mucho chismesito histórico para pasar un día de 10. Súbale que hay lugares, hoy toca visitar la casa del maíz.
¡Sin maíz no hay país! Conoce la exhibición que celebra el alimento de México en Los Pinos.
Así se divide el Museo Cencalli del Complejo Cultural de Los Pinos
Entrada: de molino de pólvora a casa del maíz
Como la mayoría de los inmuebles de nuestra querida ciudad, Molino del Rey tiene una larga historia que contar. Su construcción data de finales del siglo XVI, cuando comenzaba el Virreinato de México. Bueno, pues esa área estaba dedicada a Carlos I de España, por lo que era conocida como “las lomas del rey”, de ahí que este molino sea conocido de esta manera.
Inicialmente era un molino de harina llamado “El Salvador”, pero durante el siglo XIX el edificio se dividió en dos departamentos: uno dedicado a los cereales y el otro a la pólvora y de fundición de cañones. ¿Por qué tanto armisticio? Para ese entonces ya existía el Castillo de Chapultepec, sede del Colegio Militar, y el Molino del Rey fabricaba sus municiones. De hecho, aquí ocurrió la Batalla de Molino del Rey en 1847, justo antes de la invasión al Castillo de Chapultepec —esa de los Niños Héroes—.
Después de estas batallas los edificios de la zona noroeste de Chapultepec quedaron sumamente dañados, por lo que la mayoría fueron demolidos. Afortunadamente el molino sobrevivió y tras ser remodelado se convirtió en un depósito de granos, después en alojamiento de un Batallón de Infantería y años más tarde en oficinas de la residencia presidencial. En 2020 la Secretaría de Cultura comunicó el proyecto de la Casa de la Cultura Alimentaria ¡yay!, donde finalmente podemos conocer del maíz.
Plato fuerte: nació el teocintle
Como les platicamos, tomó un año entero ver realizado este proyecto que cuenta con 4 pisos de exposiciones acerca de la cultura alimentaria, la curaduría estuvo a cargo de la investigadora Cristina Barros Sierra y las piezas exhibidas eran de diversos acervos de la CDMX. El meollo del Cencalli es comprender qué hay detrás del maíz, por lo que la exposición fija va desarrollando poco a poco su historia, cultivo, variedades, aspectos culturales hasta desembocar en temas de soberanía alimentaria —o sea, que cada pueblo defina sus políticas alimentarias y que estas sean sustentables, de pequeña producción y locales—.
A todos nos gustan las tortillas, los esquites y los tamales, ¿cierto? Pues para obtener estos deliciosos alimentos primero necesitamos la semilla del maíz, la cual se dice tiene su origen en México. Hay vestigios de los antepasados del maíz, conocidos como teocintles, que tienen más de ¡6,500 años! Estos han ido evolucionando hasta convertirse en las más de 60 variedades que conocemos actualmente. Ya ven, no todo es maíz cacahuacintle.
Esta sala es muy llamativa ya que exhibe infografías acerca de la diversidad del maíz, así como las mazorcas de 12 variedades diferentes, también hay material audiovisual donde se muestra el proceso de cultivo, qué es la milpa y las herramientas que se usan en esta. Por si no estás muy familiarizado, la milpa es un sistema agroecológico en el cual se siembran plantas que se ayudan y complementan entre sí, así no hay necesidad de utilizar químicos, sino que el suelo se fertiliza naturalmente.
Guarnición: la cultura del maíz
Los siguientes pisos muestran el proceso de nixtamalización —otra aportación de México para el mundo— , la preparación de los alimentos y los aspectos culturales del maíz. A partir del descubrimiento de esta semilla, el maíz adquiere connotaciones cosmogónicas importantísimas, a tal grado que las culturas precolombinas le atribuían la aparición del hombre. Estas ideas se mantienen hoy en día, principalmente con los pueblos indígenas del país, quienes resguardan celosamente nuestras tradiciones.
Comales, bordados, piezas de barro y utensilios para trabajar el maíz son algunas de las piezas exhibidas en estas galerías. La neta, aquí se van a maravillar con la curaduría de las artesanías de diversos pueblos indígenas, eso sí, van a hacer corajes ya que muy pocas tienen ficha museográfica y no hay forma de saber de dónde vienen. Eso sí es un tache. Regresando al tema, una de las piezas más emblemáticas de esta sala del Museo Cencalli sala es un bordado que muestra la interacción de las personas con el maíz dentro de la cotidianeidad.
Finalmente podemos ver al maíz como una pieza artística y la forma en la que se ha utilizado en diversas expresiones, incluso de protesta. Desde arcos con motivos religiosos hechos con semillas, hasta instalaciones con maíces de barro, el último piso nos muestra la reinterpretación de este importante cereal como un objeto artístico. Pst, pst, una de las piezas exhibidas es del gran Vicente Rojo.
Checa también: Chulada, tortillas artesanales de sabores y colores.
Postre: la mini milpa
Una vez terminado el recorrido puedes disfrutar de los alrededores del Cencalli y conocer la mini milpa que se encuentra en el patio principal. No hay pierde, donde veas el cuexcomate, ahí es. ¿Askiusmi? El cuezcomate es un granero olmeca, son fabricados con fibras naturales y sirven para almacenar los granos del maíz. En esta pequeña área de cultivo crecen plantas como calabaza, chile y hierbas de olor, eso sí, están pequeñas porque apenas las sembraron.
Como parte de la oferta cultural del Museo Cencalli, la Secretaría de Cultura pretende realizar ferias de alimentos, talleres, clases y venta de artesanías con regularidad, tal como la que se llevó a cabo en su inauguración. Como parte del Complejo Cultural de Los Pinos, se busca que los visitantes vivan el lugar como suyo y aprovechen todas las actividades gratuitas que aquí se llevan a cabo.
Lánzate este fin de semana a descubrir Cencalli, te asombrarás de todo lo que hay detrás de un simple taquito de sal.
Dónde: En el Complejo Cultural Los Pinos. Parque Lira s/n, Bosque de Chapultepec 1a Sección.
Horario: Mar-Dom 11-17 h.
Costo: Entrada libre.
Instagram: @cc_alimentaria