Los Juegos Olímpicos son la máxima fiesta del deporte mundial, pero también constituyen el espacio idóneo para la creación y el diseño. Lance Wyman lo sabía y, por ello, logró convertirse en un artista de talla internacional con su logotipo de México 68, el más icónico de toda la historia. ¡Conoce más sobre su obra!

El logotipo de México 68: un poco de historia

Durante años previos a la justa deportiva, las autoridades mexicanas lanzaron una convocatoria para crear el emblema oficial del evento. Las especificaciones de diseño eran claras: debía integrarse el símbolo de los Juegos Olímpicos, el año de 1968 y el nombre de México en una sola imagen.

Además estos requisitos, las propuestas debían ofrecer un concepto diferente y moderno que mostrara a nuestro país como un sitio en vías de desarrollo. Recordemos que la CDMX se convirtió en la primera ciudad latinoamericana e hispanoparlante de la historia en albergar unos Juegos Olímpicos.

En ese tiempo, Lance Wyman viajó desde Estados Unidos para concursar por el diseño del logotipo. Aunque no conocía muchos aspectos de la cultura mexicana, su visita al Museo Nacional de Antropología le permitió conocer de cerca la naturaleza del arte prehispánico y enamorarse de sus formas.

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En colaboración con creativos como Eduardo Terrazas, Pedro Ramírez Vázquez y Beatrice Trueblood, el diseñador estadounidense logró generar una propuesta sumamente moderna; al mismo tiempo, evocó de forma respetuosa el legado de nuestras culturas ancestrales.

¿Por qué este emblema continúa siendo tan icónico?

De acuerdo con la diseñadora mexicana Itzel Díaz, existen al menos 3 factores que hacen de este emblema una pieza única e inconfundible. El primero de ellos es que logró combinar estilos artísticos que, hasta entonces, no se habían mezclado de una forma tan magistral.

“Por un lado tenemos el arte huichol que representa a regiones indígenas de nuestro país; por otro, se encuentra el op art, un estilo visual que se sirve de la geometría para crear efectos ópticos. Allí radica parte de su mérito: fusionar dos corrientes artísticas contrastantes entre sí para representar un México moderno y orgulloso de sus raíces”.

Un segundo punto a favor radica en la efectividad de su función. “La meta más importante del diseño es comunicar de forma simple; si logras transmitir una idea con la imagen, tu diseño funciona. Y si creas algo hermoso pero no comunica nada a su espectador, simplemente no estás consiguiendo el objetivo”, nos explica la diseñadora.

En este sentido, las creaciones de Lance Wyman logran el mismo efecto que los logotipos de una marca comercial actual: por medio de una abstracción fuera del lenguaje, gente de todo el mundo puede comprender exactamente el mismo mensaje y superar la barrera de las palabras.

Esta característica no sólo la encontramos en el emblema, sino también en los pictogramas de las disciplinas olímpicas que tomaron su base de los glifos mayas. El sistema de comunicación resultó tan efectivo, que poco después Wyman aplicó el mismo principio para elaborar los símbolos de las tres primeras líneas del Metro de la CDMX.

Adaptabilidad del emblema olímpico

Como tercer punto, el logotipo de México 68 formó parte de todo el aparato arquitectónico y visual de los Juegos Olímpicos. Al respecto de esto, pocas veces en la historia hemos visto que un emblema forme parte real de los espacios deportivos.

“El diseño es tan flexible y noble que podía visualizarse también en los podios, la ropa, los posters y en otros muchos elementos urbanos. Sin importar su soporte físico, este logotipo seguía manteniendo su identidad gráfica.”

De hecho, su eficacia para integrarse a distintas necesidades visuales permitió que los pictogramas y otros diseños de México 68 formaran parte de los carteles de protesta de los movimientos estudiantiles.

Lance Wyman y la CDMX 

Hasta tiempos actuales, la iconografía de nuestra ciudad se encuentra marcada por la regla y el compás de Lance Wyman; hace poco, este diseñador trazó los símbolos para la Línea 2 del Cablebús. Así que no hay pretexto para conocer su legado, ¡basta con subir al transporte público chilango para darnos un chapuzón de cultura!

¿Cuál es tu logotipo favorito de los Juegos Olímpicos? 


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