Las leyendas del Palacio de Bellas Artes y el Munal
Por: Colaborador
Varias son las leyendas que se cuentan de generación en generación, que si “La llorona”, que si “la quemada” o la “Tía Toña”, y es que hay que admitirlo, a los chilangos nos encantan esas historias llenas de suspenso y cosas inexplicables.
Ahora, si de lugares con grandes historias se trata, el centro histórico de la ciudad de México es cuna de ellos.
Se dice que gran parte de los edificios que habitan el centro tienen a sus propios “guardianes”, es decir, aquellas personas que perdieron la vida durante su construcción. Aquí un par de leyendas contadas por trabajadores de algunos museos.
Palacio de Bellas Artes
La historia de este grande de mármol se remonta a 1904, fecha en la que comenzó su construcción. Como bien te imaginarás la energía que desprende este recinto es impactante.
*Daniel Juárez, subcoordinador de Relaciones Públicas del Palacio me platicó un par de historias que seguramente te pondrán la piel chinita. Una de las principales leyendas dentro del Palacio es sobre la constante aparición de gatos, hay quienes dicen que se trata de gatos reales que incluso llegaron a atravesar el escenario en plena función, mientras que existen los que aseguran haberlos oído y al buscarlos no haber encontrado nada.
*Otra leyenda muy sonada entre los trabajadores del Palacio es la del Violinista, sí así como lo lees, se cuenta que durante las rondas nocturnas de seguridad, varias personas han escuchado el sonido de un violín proveniente del teatro principal, por lo que lo han nombrado el “fantasma del palco 33”.
*La leyenda de las gemelas es otra historia, ya que se ha llegado a ver a través de monitores de seguridad a un par de niñas jugando en los pasillos del lugar.
Museo Nacional de Arte
Por ahí de 1779, este precioso edificio fue sede del Hospital de San Andrés (precedente del Hospital General). En su interior alojaba más de 300 camas, sacerdotes, médicos y cirujanos. Posterior a ello, se designó que fuera la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, para finalmente en 1982 convertirse en el Museo Nacional de Arte.
*Las historias que rondan los pasillos de este museo pueden llegar a ser algo escalofriantes, se escuchan ruidos de cosas que caen, se observan siluetas que desaparecen y constantemente los trabajadores sienten la presencia de alguien más.
*También se afirma la aparición del fantasma de una niña que como diversión desacomoda las cosas de las oficinas.
Cierto o no la energía que desprende este lugar es maravillosa. ¿Sabías que ahí realizaron el segundo embalsamiento de Maximiliano de Habsburgo? Increíble, ¿no crees?
La veracidad de estas historias tal vez nunca la sabremos pero lo cierto es que el ir a estos lugares es una experiencia inolvidable.