En una casa de la calle Amatlán, de la colonia Condesa, de la Ciudad de México, el lunes 7 de septiembre de 1987 el entonces titular de la desaparecida Secretaría de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari, sostuvo una reunión privada con algunos miembros de la élite cultural del país.
Al final de la comida, los participantes se acomodaron en la sala para continuar la conversación. El fotoperiodista Pedro Valtierra fue convocado por el anfitrión, el economista y articulista Iván Restrepo, para que tomara algunas imágenes de la cita con la condición de que no se publicaran. Por lo menos en lo inmediato.
Además de Salinas y Restrepo, en las fotos de Valtierra aparecen la escritora y periodista Elena Poniatowska, la actriz y productora Margo Su, los periodistas Miguel Ángel Granados Chapa, Benjamín Wong Castañeda y León García Soler, así como los escritores Héctor Aguilar Camín, Carlos Monsiváis y Gabriel García Márquez.
Con el paso del tiempo, una de las fotografías sería distribuida por la Agencia Cuartoscuro, sin que su autor tenga aún claro cuándo ocurrió esto exactamente. La primera vez que yo la vi fue en redes sociales. A principios de 2010, un usuario de Twitter la había subido para cuestionar a los intelectuales que aparecían en la imagen, por ser captados junto al expresidente Salinas de Gortari.
La idea de La muñeca tetona surgió de un detalle
Al mirar con detalle la fotografía para observar los semblantes de los protagonistas, me llamó la atención la muñeca que cargaba uno de ellos.
Se trataba sin duda de un objeto extravagante cuyo aspecto rompía con la solemnidad del resto de la fotografía.
Recuerdo haber impreso la imagen para luego colocarla en un corcho de proyectos pendientes que tengo en mi estudio de trabajo, con el fin de intentar averiguar algún día la historia real detrás de esta fotografía, así como esclarecer la presencia de aquella muñeca a la que alguien le había diseñado un voluptuoso pecho.
Durante algún tiempo fui preguntando de manera informal sobre la foto, hasta que me enteré quién era su autor. En 2016, cuando inicié la investigación, al término de un desayuno que tuvimos en El Péndulo de la Condesa, Pedro Valtierra me contó lo que recordaba de aquel día y me dijo que la había tomado en 1989, cuando Salinas ya era presidente.
Sin embargo, en los días siguientes, Valtierra se sumergió en su archivo y encontró los negativos de aquella jornada de trabajo que había tenido casi 30 años atrás. Y la fecha marcada en los mismos era el 7 de septiembre de 1987, casi un mes antes que el presidente Miguel de la Madrid destapara a Salinas de Gortari como candidato del PRI a la presidencia de la República, imponiéndose a los otros nombres que sonaban: Manuel Bartlett, Sergio García Ramírez, Miguel González Avelar y Alfredo del Mazo.
Después de un periodo de investigación, inicié el rodaje de las entrevistas a finales de 2016, tras haber invitado al joven cineasta Alexandro Aldrete a que me acompañara en la dirección del documental.
Las entrevistas con los protagonistas duraron varias horas. Para realizarlas, usé el dispositivo Interrotron creado por Errol Morris, una herramienta que permite generar una relación de intimidad entre los entrevistados y el espectador. Además de comentar la fo-
tografía, les pregunté su opinión sobre la relación entre los intelectuales y el poder, la situación actual de la cultura en México y el papel que juegan las nuevas redes sociales en la creación de pensamiento, entre otros temas.
Así es como el documental retrata la existencia del Ateneo de Angangeo, un grupo cultural creado por el periodista Manuel Buendía, asesinado por el poder en los años 80; también aborda el papel de los intelectuales en la creación de instituciones como el Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes (hoy Secretaría de Cultura), el Instituto Mexicano del Cine (Imcine), la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Canal 22.
Con Aldrete, me acompañaron en el proceso de trabajo los productores Teresa Blanco, Gabriel Nuncio y Andrés Clariond, así como la editora Liora Spilk, el fotógrafo Marcelo Galán y la sonidista Glenda Charles, junto a un grupo con diversas tareas conformado por Andrea Ramírez, Mariel Mayorga, Aissa Grajeda, Abdul Marcos y Andrea Vázquez.
Será en la primavera de este 2017 cuando La muñeca tetona vea al fin la luz. Ese día, entre otras cosas, se esclarecerá el misterio de la extravagante dama que se coló a una foto histórica que muestra las relaciones entre el mundo cultural y político de México.