La escalofriante historia del ‘poeta’ caníbal de la colonia Guerrero

Sin lugar a dudas, existen personajes recordados por las razones equivocadas y “El caníbal de la Guerrero” es el ejemplo perfecto de ello. Él pasó a la historia no por sus buenas obras, sino por ser uno de los asesinos seriales mexicanos más aterradores en la historia reciente de la Ciudad de México. 

Podríamos decir que José Luis Calva Zepeda, mejor conocido como “El poeta caníbal” o “El caníbal de la Guerrero”, fue algo así como el Hannibal Lecter mexicano, con un twist seductor y autoproclamado escritor, poeta y dramaturgo. Pero para nada vamos a romantizar la historia de este pseudopoeta, ¿eh? 

Su infancia

Sí, El caníbal de la Guerrero tuvo una infancia horrible y, de cierta manera, vivió todo lo que se necesita vivir para convertirse en un asesino serial. Pero… ¿Asesinar y comerte a tu novia y a casi una decena más de mujeres? Eso no tiene perdón.

Como mencionamos, José tuvo una infancia traumática. Su papá murió cuando él era muy pequeño. Y su mamá… bueno, digamos que no merecía el premio a la madre del año, pues golpeó y torturó a sus 6 hijos durante años. Además, lo obligaba a decirles “papá” a todos los hombres que llevaba a casa. Cuando José Luis tenía 7, sufrió abuso sexual de parte de un adolescente de 16 años. A los 12 su madre —quien siempre lo maltrató física y psicológicamente— lo corrió de casa y comenzó a vivir en la calle.  

La —jamás conseguida— aprobación de mamá

José Luis siempre fue un niño introvertido que, a pesar de todo, siempre buscaba la aprobación de su mamá, pero nunca la consiguió. Muchos creen que fue el silencioso rencor hacia su madre lo que detonó su odio hacia las mujeres.

Lee también: La historia de 3 despiadadas asesinas seriales chilangas.

¿Artista?

El caníbal de la Guerrero se decía poeta, periodista, escritor y actor. Escribió una decena de novelas y obras de teatro, pero su especialidad siempre fue la poesía. De hecho, durante una época se ganó la vida vendiendo sus obras, recitando poemas y monólogos en las calles y cafés de la Ciudad de México. También, Jose Luis enamoraba a sus víctimas con detalles como chocolates y flores.

Asesino y caníbal

Lo que convirtió al caníbal de la Guerrero en un feminicida serial fue el hecho de que mató a tres mujeres. Quizá no lo sepas, pero un asesino en serie es alguien que comete tres o más asesinatos (generalmente con el mismo modus operandi) durante un extenso período y —normalmente— con un lapso de enfriamiento entre cada crimen. 

La detención del Caníbal de la Guerrero ocurrió el el 8 de octubre de 2007, acusándolo de canibalismo y triple homicidio. Las autoridades mexicanas lo atraparon en su casa después de que la familia de su pareja, Alejandra Galeana Garavito —de 32 años y madre de 2 hijos— denunciaron su desaparición el 5 de octubre de 2007. Además, los vecinos reportaron un olor insoportable en el edificio. Cuando los policías entraron, encontraron en tronco de Alejandra en un clóset. Otras partes de su cuerpo —cortadas en trozos— fueron halladas en el refrigerador. Si crees que eso es todo, te equivocas, pues también encontraron su antebrazo recién frito en una sartén. 

Sin embargo, él negó ante la Fiscalía del Distrito Federal haber practicado el canibalismo. Lo que sí sucedió fue que se declaró culpable del asesinato, aunque esto no cambió la postura del fiscal Gustavo Salas que mantiene la línea de la premeditación y la consumación del acto caníbal:

En la sartén se encontraron restos de esta carne y un plato con cubiertos y hasta con un limón que nos hace presumir que las consumió.

Te puede interesar: ¡Ay nanita! 6 despiadados asesinos seriales chilangos.

El final del caníbal

José Luis Calva Zepeda hizo su declaración en el Hospital de Xoco porque cuando fue sorprendido por los agentes se tiró por la ventana, sufriendo una conmoción cerebral leve.

Se le vinculó también con el asesinato de otra de sus exnovias a quién encerró en un automóvil desnuda para que no pudiera escapar. Llegando a un basurero la descuartizó. Asimismo, también se le relacionó con la muerte de una trabajadora sexual, ya que tenía características similares de descuartización a las otras 2 mujeres asesinadas por él. 

El 18 de octubre de 2007 salió a la luz un expediente de la Fiscalía, donde se detalló la vinculación con otra exnovia presuntamente maltratada por José Luis Calva Zepeda. Se trataba de Olga Livia, una profesora de inglés de 23 años a quien obligó a ver películas pornográficas de zoofilia y a tener relaciones sexuales sadomasoquistas.

Calva Zepeda murió el 11 de diciembre de 2007 tras presuntamente suicidarse en una celda de la cárcel usando un cinturón, sin embargo existen dudas sobre si José Luis Calva Zepeda se suicidó, ya que según declaraciones de su hermana, al reconocer el cadáver, Calva Zepeda presentaba marcas de tortura y una presunta violación de parte de los internos. También confesó que el cinturón con el que su hermano había sido encontrado ahorcado, no correspondía al de él. Además dijo que José Luis Calva antes de morir se volvió loco y mirándola decía: «Soy el caníbal».

Mira acá: 5 despiadados asesinos del cine mexicano que le podrían ganar a Michael Myers

Antes de morir, José Luis Calva Zepeda escribió su historia, titulándola: «Instintos Caníbales», en donde agregó como “final” su suicidio. En el velorio de Calva Zepeda, el hermano de una de las mujeres que asesinó trató de entrar para abrir el ataúd y comprobar que dentro de él se encontrara José Luis Calva, pero las autoridades lo impidieron.