La Cineteca Nacional cumple 40 años de promover la cinematografía en México. Sin embargo, aunque debería ser un día de fiesta no lo es completamente, ya que sigue todavíaen obra negra y con áreas inconclusas a pesar de que las obras de remodelación debieron terminar desde 14 meses, cuando fue su reapertura.
Los cinéfilos disfrutan de las nuevas instalaciones, por otro lado enfrentan las carencias de un recinto inconcluso. Hoy 17 de enero la Cineteca Nacional cumple sus primeras 40 primaveras y las celebramos con las luces y sombras de la casa del séptimo arte.
¿Por qué la amamos?
Exhibe cintas de arte que jamás se proyectarían en cines comerciales, lo mejor del séptimo arte nacional y mundial, en 10 salas modernas y cómodas para 250 espectadores, ahora es un poco más difícil quedarse fuera de una función.
¿Por qué nos enoja?
Le falta el tan prometido y necesario Museo del Cine (un edificio en forma de pirámide) que contaría con cuatro salas para exhibiciones temporales, el espacio de difusión y reflexión en torno a la cinematografía. El argumento oficial para explicar el retraso es que “algunas cuestiones del proyecto original cambiaron”.
¿Por qué la amamos?
Por disfrutar buen cine, ciclos, estrenos y muestras el precio del boleto es accesible, 40 pesos la entrada general y 25 pesos para estudiantes maestros y adultos mayores.
¿Por qué nos enoja?
De la ludoteca “Salvador Pruneda” sólo existe el nombre porque aún sigue en obra negra, y es que del “cubo morado” para atrás todo está en construcción y sólo funciona la librería Educal.
¿Por qué la amamos?
Cuenta con el Foro al aire libre “Gabriel Figueroa” donde se proyectan y musicalizan cintas de manera gratuita, basta con tomar un petate (que ahí mismo te proporcionan) y sentarse/acostarse a disfrutar del cine, pero sólo durante los ciclos temáticos.
¿Por qué nos enoja?
Todavía no entra en operación la sala de lectura “Luz Alba”, no hay actividades de educación cinematográfica, ni libros para estimular la imaginación y enriquecer la cultura.
¿Por qué la amamos?
Por el amplio estacionamiento de siete niveles y es que antes era un problema encontrar un cajón para dejar el coche. Si ya no había lugar, no quedaba de otra más que pagarle a los franeleros en las afueras del recinto. Además, el precio por tiempo libre para aparcar actualmente es de 25 varitos.
¿Por qué nos enoja?
Aquél que quiera indagar sobre la evolución y la complejidad de los sonidos en el cine se topará con pared, ya que la fonoteca “Joselito Rodríguez” permanece inconclusa.
¿Por qué la amamos?
Se ampliaron y mejoraron los espacios abiertos y las áreas verdes, se puede disfrutar de un café o un helado, también se puede apreciar una exhibición en las rejas que resguardan la Cineteca.
¿Por qué nos enoja?
También está pendiente la construcción de la Videoteca Digital que permitirá acceder a las múltiples colecciones del acervo fílmico de la Cineteca Nacional. Además, al caminar por rampas se pueden observar los materiales de construcción y los detalles estéticos que le faltan a la techumbre del recinto y hasta algunas varillas sueltas.
Aún con todos sus vacíos amamos la Cineteca Nacional, pero que ya se apuren. ¡La queremos terminada, ya!