Algo increíble de vivir en la Ciudad de México es la gran oferta cultural que tenemos. Sin embargo casi siempre pasa esto: en gustos se rompen géneros y no todo el arte es para todo. A pesar de eso, hay unas cuantas exposiciones que han logrado reunir a grandes cantidades de espectadores. Algunas de nuestras taquilleras favoritas son:
Ron Mueck
Las esculturas de este artista australiano han sido de las mejores cosas que han pasado por San Ildefonso. Con una imitación de la realidad exageradamente bien lograda, la exposición logró reunir a más de 416 mil personas, desde gente muy clavada en el arte contemporáneo hasta personas que iban sólo porque las piezas “parecen de verdad”. A pesar de que el hiperrealismo está presente en el arte desde los años 60, Mueck dejó en claro que es una corriente que nunca va a dejar de impresionar al público.
Münch y los expresionistas
Muchos llegaron a Bellas Artes con la idea de ver “El Grito”, unos cuantos sabían que esa idea era demasiado buena para ser cierta, y fueron simplemente para ver la obra de uno de los expresionistas más grandes de todos los tiempos. Sea como sea, nadie salió decepcionado. Además de algunas de las mejores obras de Münch, se presentaron varias piezas de representantes del expresionismo alemán, como Kirchner, Otto Dix, Emil Nolde entre otros. La exposición fue visitada por más de 130 mil personas.
Carlos Cruz Diez: el color en el espacio
El MuAc fue el encargado de albergar la muestra instagramera por excelencia: a Carlos Cruz Diez y sus lineas coloridas. El trabajo de este artista es un juego de colores y trucos visuales que, más que divertir a la gente y darles un buen escenario, muestra el lado accesible y poco pretencioso del arte contemporáneo. Tuvo casi 180 mil visitas.
Fernando Botero
Otra vez, Bellas Artes y sus exposiciones geniales. Esta vez fue el turno de Botero, quien, viéndolo fríamente, logró reunir a ver a cerca de 235 mil personas para ver gente y cosas gorditas… o de grandes proporciones, como dirían algunos.. Siendo uno de los artistas más icónicos de América Latina, automáticamente se convirtió en una exposición obligada, incluso para aquellos que no suelen visitar museos.
Marilyn Manson: The Path of Misery
Cuando Manson decidió venir a México, y no a dar un concierto, sino en su faceta de artista visual, la curiosidad llevó a cerca de 133 mil personas a San Ildefonso a ver la exposición. “The Path of Misery” estuvo conformada por una serie de acuarelas que rayaban entre lo perverso y lo grotesco, con una curaduría muy dispersa… pero hey, estaban hechas por Marilyn Manson, así que había que verla. En general fue una decepción, pero al menos no nos quedamos con las ganas.
Ashes and Snow
Es la famosísima exposición de Gregory Colbert que se montó en el Zócalo en el 2008. Sí, fue hace mucho, pero vale la pena mencionarla, ya que reunió a más de dos millones de personas. Para darse una idea de la magnitud de esto, hay que resaltar el hecho de que un domingo en especial tuvo más de 90 mil visitantes, mucho más de lo que algunas exposiciones tienen en toda su duración.
Dato curioso: En su recorrido por el mundo, esta exposición ha tenido más de 10 millones de visitas, convirtiéndose en la muestra de un artista vivo con más público en la historia.
Frida Kahlo, homenaje nacional
Otra exposición viejita que vale la pena mencionar. Frida Kahlo es un ícono del arte, no sólo en México o América Latina, sino en el mundo. Es por eso que todo lo que se trate de ella es un éxito garantizado. Esta vez, por ejemplo, lorgó reunir a un poco más de 420 mil personas en Bellas Artes.