#EllosHablan: la radiografía que Lydia Cacho hizo sobre el machismo
Ellos hablan de Lydia Cacho analiza un puñado de casos y reúne los testimonios de varios hombres sobre su propio machismo y sexismo.
Por: José Quezada Roque
Durante décadas hemos discutido sobre machismo usando los mismos argumentos y obteniendo, casi siempre, los mismos resultados: un distanciamiento del objetivo de hombres y mujeres que buscan erradicar las prácticas dañinas. A partir de movimientos como #TimesUp y #MeToo, Ellos hablan de Lydia Cacho recaba los testimonios de varios hombres sobre su propio machismo y sexismo.
¿Tu libro podría entenderse como una radiografía de la cultura patriarcal?
Me gusta tu concepto; en todo caso, sería una aproximación a esa radiografía. Cada lector y cada lectora hacen su aporte a ese mapa de una cultura que ha dañado a millones de niños y niñas, quienes reproducirán en su vida adulta modelos de liderazgo violento.
¿Crees que se niega la violencia machista de los padres y madres hacia los hijos?
El ocultamiento de las reglas del machismo es connatural al modelo educativo, se reproduce sin cuestionar. Las feministas lo hemos dicho durante décadas: lo que no se menciona no existe.
¿Qué tanto son cómplices los medios de comunicación en la reproducción de este modelo?
Por sí mismo, un medio de comunicación sólo vincula a quien tiene la información y a quien la necesita; nunca debe suplir a las instituciones de justicia. Editores, reporteros y conductores reproducen el modelo machista y lo normalizan. El periodismo mexicano tiene una gran deuda con la sociedad.
¿Cuál es el mayor aporte de #EllosHablan en ese sentido?
Aclarar que el machismo no sólo daña a las mujeres. Hay una violencia ejercida contra los niños/hombres. Debemos entender la semilla de la violencia; comprender el origen y los mecanismos de este modelo cultural para cuestionarlo, desmontarlo y crear uno nuevo.
¿Hay una manera de eliminar la masculinidad patriarcal sin generar fricciones entre hombres y mujeres?
No queremos eliminar la masculinidad, sino el modelo cultural que fomenta y protege un sistema vertical que utiliza la violencia como instrumento educativo y coercitivo, para crear hombres emocionalmente destartalados. No hay fricciones entre hombres y mujeres, sino miedo, inseguridad, enojo y angustia por no saber cómo construir relaciones equitativas. Los machistas nos hacen creer que es una guerra. En realidad, se trata de una revolución cultural para crear relaciones horizontales y amorosas.
En nuestro país la pedofilia está normalizada, ¿qué se puede hacer al respecto?
El sistema machista cree que las niñas y los niños son propiedad de los adultos. La normalización del abuso se debe al modelo que le da poder y credibilidad al abusador. Es necesario erradicar la noción de que el Estado, el padre y el esposo tienen poder sobre el cuerpo de los demás. El eje del machismo es controlar la sexualidad como territorio masculino. La pornografía y el proxenetismo son un modelo de libertad para hombres que convierten en objetos a las mujeres, niegan la libertad sexual de las libres. Para los machos, el deseo erótico es territorio masculino, por ello castigan con la violación.
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