Chilango

El cazador de besos

Ignacio Lehmann

 
Ignacio Lehmann es un fotógrafo argentino de 29 años que viaja por el mundo con una curiosa misión: fotografiar 100 besos en cada ciudad.  
 

El comienzo 

A pesar de tener una formación teatral y periodística, a Ignacio siempre le gustó mucho la fotografía. Después de haber trabajado en un museo, Nacho renunció y se fue a vivir a Nueva York, donde su relación con la cámara se volvió aún más fuerte. Ahí fue donde, de forma espontánea, nació 100 world kisses. “Para mí fue un impulso. Empecé a subir besos que tomé en Nueva York y a la gente le gustó mucho la idea. Al terminar los 100 besos pensé: ‘Si ya lo hice en Nueva York, ¿por qué no hacerlo en otro lado?'”. El resto es historia. Actualmente Ignacio ha recorrido Londres, París, Buenos Aires, Berlín, Barcelona y la ciudad de México en busca de cien besos. 
 

Los besos en México

Si observamos la vida cotidiana en la ciudad, llegaríamos a la conclusión de que en México es muy fácil, tal vez demasiado fácil, conseguir cien besos. Sin embargo, la realidad es otra. “Yo pensaba que en México existía un triángulo muy curioso”, nos explica Nacho. “De un lado hay muchos besos. Por otro lado está la pena. A la gente aquí le da vergüenza ser fotografiada.  Y el tercer vértice son os medios, que le han dado más importancia al proyecto que en otros países. Sin embargo, con el tiempo descubrí que realmente no era un triángulo, sino un cuadrilatero. El cuarto punto son las autoridades. Es curioso que la policía te ve con un micrófono de Televisa y les parece bien, pero me ven a mí con la cámara retratando un beso y me dicen: ‘no puedes hacer eso porque éste es un lugar público’. Son cuatro puntas que no mantienen lógica”.
 

La pesada labor de cazar besos

Ser un cazador de besos no es tarea fácil, para empezar porque no hay nada pactado. Hay días que son dedicados completamente a la búsqueda del momento perfecto, y eso hace que haya días en los que no hay besos. También existe el factor del estado de ánimo: “hay días en los que estoy re pila y otros en los que nada más no puedo. Hay momentos en los que tengo inseguridades y creo que no puedo. Para hacer este trabajo tienes que estar súper convencido y súper seguro par que la gente acepte formar parte de esta locura, sobre todo porque la presencia de la cámara es muy fuerte. Aquí en México, por ejemplo, hay mucha paranoia por la cámara”
 
Al ver la cantidad de ciudades en las que tiene presencia este proyecto la gente suele pensar que se trata de un grupo de fotógrafos. Pero siempre ha sido sólo Nacho. Las fotos pueden cambiar, el número de ciudades puede crecer, pero en esencia el proyecto siempre se tratará de lo mismo: un hombre con una cámara buscando momentos perfectos. 
 
 
Pero, ¿por qué tomarse la molestia de hacer esto? Para Nacho es una pregunta difícil. Sin embargo, la respuesta es muy sencilla si analizamos el contexto en el que vivimos, no sólo en México, sino a nivel mundial. Estamos rodeados de caos, incertidumbre y mucha violencia, y dentro de todo eso, los besos son un mensaje de buena onda, un momento muy íntimo, pero que a la vez está en armonía y en paz. “¿Qué va a generar esto en la gente?”, se pregunta Ignacio, “No sé. Tal vez ternura, compasión y amor… o tal vez haga que otros se lamenten por estar solos. Sin embargo no deja de ser un mensaje de paz y amor, por cursi que parezca”. 
 

El amor visto detrás del lente 

Entre esta gran colección se encuentran capturados muchos momentos especiales que van desde primeros besos de adolescentes ansiosos hasta pedidas de matrimonio. Incluso momentos de verdadera pasión, donde la pareja sigue besándose aún cuando la foto ya fue tomada y el fotógrafo ya no está presente. 
 
Cuando el eje de tu vida gira en torno a esta clase de expresiones, es inevitable tocar el tema del amor. “Tengo un radar encendido que es muy difícil de apagar, y esto se une al hecho de viajar solo. Estar rodeado de amor y parejas felices es un poco duro. Pero he aprendido que el amor debe ser una conexión muy pura y especial. Es increíble como habiendo tantos millones de personas haya sólo una con la que realmente quieras estar de verdad, una a la que quieres de verdad”.