Letras Calientes es una selección de textos por plumas reconocidas de México, Argentina y España les suben la temperatura a las páginas de Chilango. Abajo, puedes leer la reflexión de Aura García-Junco para comprender cómo se desarrolla el arte del deseo y amar.
En colaboración con el Hay Festival, cinco escritorxs y pensadorxs contemporánexs comparten con Chilango sus ideas y fantasías sobre el sexo, el deseo y los vínculos. El Hay festival se presentará del 1 al 5 de septiembre en una modalidad híbrida: conjugará actividades presenciales (con aforos reducidos y medidas biosanitarias) y brindará un sinfín de actividades en sus plataformas digitales. Y contará, entre otras cosas, con la presencia de cuatro premios Nobel (dos de economía y dos de literatura) ¿Quieres saber más? ¡Descúbrelo en sus redes!
Mira: No te traje acá para comer | Letras Calientes, Tamara Tenenbaum
Si alguien en la ciudad de Roma ignora el arte de amar,
lea mis páginas, y ame instruido por sus versos.
Ovidio, El arte de amar
En tu escuelita dame clases de placer o También se aprende a amar
Por Aura García-Junco
Publio Ovidio Nasón escribió El arte de amar (Ars amatoria) por ahí del 20 a. C. Este manual describe en tres secciones (y en verso) todos los básicos del ligue, desde dónde hasta cómo, y remata con un innovador pilón: una sección escrita solo para las damas de la época. El enfoque que usa es curioso, puesto que, como buen libro de instrucciones, parte de la idea de que hay una técnica correcta para alcanzar el amor. Hay muchas cosas dignas de pensarse sobre este manual, por ejemplo cómo se reduce el amor al acto de la seducción y cómo esta se logra con artificios y mentiras. Leído desde la actualidad, entre los pasajes hermosos se esconden múltiples dolores de cabeza. Que si algo suena peligrosamente a violación, que si usar las técnicas más arteras para meterte entre las piernas de la dama, que si decir el equivalente poético a “En el amor y en la guerra cualquier hoyo es trinchera”. Si en su época fue un escándalo y Augusto lo llamó “un manual para el adulterio”, ahora su liberalidad es más bien lo más conservador y horrorosamente inaceptable. A pesar de eso lo encontré recomendado en múltiples lugares, incluso en una que otra clase en la facultad, ¡como manual de ligue! La recepción acrítica de algunos de mis compañeros de Letras Clásicas de aquella época habla de una grave carencia en nuestra forma de entender el amor y las relaciones entre los géneros.
El amor es algo que todos creemos conocer pero que está lleno de vacíos. ¿Quién aceptaría que hubiera una materia escolar sobre cómo querer? Ni siquiera la difunta Formación Cívica y Ética contemplaba una ética del amor. La educación emocional no se considera lo suficientemente importante como para enseñarse en las escuelas, aunque las relaciones estén entre lo más relevante de la experiencia humana. En la escuela se enseña lo que concierne al conocimiento, a lo serio. En otro lado (¿cuál?, no queda muy claro, pero probablemente sitios más banales, como revistas y telenovelas), lo que concierne a relacionarse, lo ligero. El amor, según esta visión, es el polo opuesto del intelecto. En la Edad Media, por ejemplo, llegó a su culmen una idea que tiene su gen ya en la antigüedad grecolatina: el amor es una enfermedad. Amor hereos, aegritudo amoris. La enfermedad del amor. Nada de racional en caer enfermxs. Sólo así se justificaba que en el amor cortés los finos caballeros cayeran presos de su adoración por una dama. Como te puede dar cólera, te puede dar amor. En el Alcázar de Sevilla hay dos mosaicos que flanquean una puerta: una mujer con la palabra imaginación y un hombre con la palabra inteligencia. Estas alegorías separan el mundo en dos, en ese imaginario simbólico que tradicionalmente asigna a los géneros una esfera de influencia. La pasión versus la razón. Lo casero versus lo público. El amor de pareja ha sido por siglos ese territorio femenino y, por tanto, irrelevante. Entre los varones, solo los artistas, los outcasts por definición, han podido adentrarse en el mundo femenino del amor. Es necesario pensar la idea de amar y estudiarla en toda su complejidad. No es algo secundario: es uno de los ejes rectores del mundo. Muchos pueden ser de la idea de que es mejor no llenar las cosas que históricamente han sido consideradas enigmas de la pasión. ¿Qué es el amor si no misterio? Las relaciones no coercitivas, el consentimiento y otras novedades dicen no a andar a tientas y sí al diálogo. No a la naturalización y sí a cambiar la manera en que nos relacionamos. Para ello hay que ver a los ojos a muchas actitudes que se dan por sentado y amasar aquello que duele hasta volverlo otra cosa, siempre sin perder de vista que podemos amasar y amasar, pero crecimos en el mundo en que crecimos y los viejos hábitos y modelos siguen hablándonos con voces más o menos fuertes. Amar ahora es ese diálogo esquizofrénico.
Texto inédito. A publicarse en octubre de 2021 en el libro El día que aprendí que no sé amar.
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Este contenido de Aura García-Junco es parte de “Letras calientes”, una selección de textos de plumas de México, Argentina y España que le entran de lleno al sexo, al deseo y las relaciones. ¿Quieres subirle la temperatura a tu pantalla? Te invitamos a leer la Chilango de agosto. ¿No la tienes aún?! Encuentrala en Starbucks, Sanborns, Puestos de Revistas y Aeropuerto. O lee nuestros especiales online aquí.