Para Richard Viqueira, el teatro es corporal, humano, y las ciudades violentas son el escenario de la dramaturgia contemporánea; Desvenar es una de sus obras más mexicanas y en la que también actúa. Spoiler: se come un chile habanero.
Desvenar es la nueva obra de teatro del escritor y actor Richard Viqueira.
“La autodestrucción es el único medio de autoconocimiento con el que contamos”, dice Richard Viqueira, autor de obras contemporáneas originales que son oxígeno para una cartelera teatral obsesionada por la constante revisión de los códigos europeos del drama.
Richard Viqueira propone un teatro que arriesga el cuerpo como lo hacemos a diario en esta ciudad: ¿dónde están esas obras, esos actores que lanzan fuego por la boca en las esquinas, los que representan la crucifixión en Iztapalapa?, pregunta.
“Son actuaciones barriales, pero estás ante la más pura noción de la mortandad; podrás ponerle muchos pruritos técnicos, pero allí hay una creencia. El teatro es de los renegados, de los insurgentes, de los inconformes. Yo aspiro con mis actores a saber que nos estamos jugando el pellejo. Estamos muy mal acostumbrados a no morir: vivimos como si fuéramos eternos”, señala Richard Viqueira.
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En este mes patrio, Viqueira reestrena Desvenar, una de sus obras más intensamente mexicanas, un ensayo sobre un fruto (el chile) que es metáfora del sufrimiento gozoso, de la tendencia masoquista y adictiva de los mexicanos.
Además de escribir y dirigir la obra, Richard Viqueira también actúa, y, congruente con su discurso, se come un chilito habanero en cada función. “Para mí el cuerpo es de una importancia suprema; la emoción, los sentimientos están sobrevaluados en el teatro: un actor, además de ofrendarse en sus emociones, debe sentir esa necesidad de supervivencia”.
Para este director, la búsqueda en el teatro contemporáneo ocurre sobre todo en ciudades violentas, como la nuestra: “El teatro es un grafiti que se escribe en el muro del tiempo; no hay una historia oficial, como sí la hay de la plástica o el cine mexicano”, dice Richard Viqueira, y recomienda apoyar propuestas teatrales más arriesgadas, cosas que están haciendo los jóvenes en Tijuana, en Guadalajara, por poner sólo dos ejemplos.
“El teatro es humano y no técnico ni tecnológico. Los mejores actores son mejores en los lugares donde más daño social hay. El drama alienta al drama: sales a la calle con miedo y no sabes si vas a comer en 15 días; tienes la emoción en carne viva, a diferencia de otros lugares donde no hay mucho conflicto. Un pueblo suavizado apela sin remedio a los clásicos”, remata Richard Viqueira.
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Dónde: Sala Xavier Villaurrutia, Centro Cultural del Bosque.
Cuándo: lun-mar: 20 h, hasta el 22 de octubre
Cuánto: $150