En un principio, el mundo entero pensó que estaba frente a una nueva enfermedad. En todo el planeta se registraron casos de gente que, de la nada, empezó a tener recuerdos muy reales de una vida que no era la suya. Enloquecidas, las víctimas de este extraño padecimiento acababan quitándose la vida.
Pero el detective Barry Sutton está convencido de que hay algo más detrás. Y justamente él, casi por accidente, descubre que todo es producto de un increíble invento capaz de cambiar el pasado. La responsable es Helena Smith, una neurocientífica que, obsesionada con encontrar una cura para la enfermedad degenerativa que sufre su madre, acepta el apoyo de un misterioso millonario para crear una silla a través de la cual se puede volver en el tiempo.
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Ese es, de manera muy escueta, el argumento detrás de Recursión, la nueva novela de Blake Crouch y cuyos derechos fueron adquiridos por Netflix para llevar a la pantalla. Se trata de un libro lleno de acción y, al mismo tiempo, con personajes complejos y bien delineados, como en las buenas historias de ciencia ficción.
“Quería hallar un gran tema, y la memoria parecía una gran opción, pero no estaba seguro sobre cuál ángulo era el correcto. Fue entonces que me encontré con un artículo sobre dos científicos que habían plantado un recuerdo falso en la memoria de un ratón, y me pareció algo increíble, así que empecé a preguntarme si algo similar podría hacerse con los humanos. A partir de ahí, la idea creció como una bola de nieve y se convirtió en esta historia enorme”, dice en entrevista el escritor norteamericano desde su casa en Colorado.
Crouch tiene claro que cada libro plantea retos diferentes, y para él todos han sido difíciles de escribir, pero al tratarse de una historia sobre viajes en el tiempo, una buena forma de cerrar la novela fue lo más complicado, así como hallar y desarrollar al personaje ideal para atrapar al lector y viajar por la historia.
“Hay un poco de mí en Barry y Helena. Me identifico con la obsesión que siente ella por su trabajo y cómo se apodera de su vida. Eso es algo con lo que yo lucho como escritor. Y con Barry, su deseo de arreglar las cosas que pasaron en el pasado, especialmente respecto a su matrimonio y cómo terminaron las cosas. Eso era algo que estaba muy presente en mi cabeza cuando escribía Recursión porque acababa de salir de un divorcio”, cuenta.
Y, a propósito de la noticia de que Recursión será llevada pronto a la pantalla por Netflix —además de que algunas otras de sus obras ya han corrido con la misma suerte, como Wayward Pines, producida por M. Night Shyamalan y protagonizada por Matt Dilon y Carla Gugino—, el autor norteamericano asegura que trata de no pensar mucho en la televisión y el cine cuando escribe, además de que, para él, los libros no deben aspirar a competir con otros formatos: “Para mí, los libros son mucho más ricos que el cine o la televisión. Los libros están bien”.
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Con autores como Cormac McCarthy, Michael Crichton, Albert Camus, Ernest Hemingway y Ted Chiang como sus principales influencias, Crouch quería escribir una historia para abordar el tema de las segundas oportunidades y de los recuerdos o la nostalgia como un peso que no nos permite seguir avanzando. “Creo que todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos querido volver en el tiempo para cambiar algo. Y me parece que esa ilusión o esperanza puede ser un problema, porque lleva al arrepentimiento, y en vez de mirar hacia delante, nos quedamos mirando hacia atrás”, dice.
Pero Recursión también le sirvió a Crouch para hablar sobre la importancia de la memoria colectiva: “Quería hablar un poco sobre lo que sucede en el mundo actualmente, especialmente en Estados Unidos. La idea de las fake news y la gente no estando de acuerdo sobre lo que es real y lo que es la realidad. Es lo que está pasando en EUA justo ahora, con una gran parte de la población creyendo que la elección fue robada. Así es como lo van a recordar. Mientras que el resto no creemos eso, y está causando muchos problemas. Así que la idea de que no todos estemos de acuerdo en lo que sucedió y lo que es real es muy problemático”.