Artistas urbanos chilangos
Por: Paris Alejandro Salazar Rodríguez
Treinta y cinco segundos dura cada acto. En ese breve lapso de tiempo hay que atrapar, seducir, conquistar la atención del público. El escenario no es el usual, es una avenida concurrida de la Ciudad de México. Y en 15 segundos hay que desplazarse velozmente entre los automóviles para encontrar la mano que reconoce el arte con una moneda. Así se la rifan los artistas urbanos chilangos en los semáforos.
Ellos “semaforean”. Malabares, fantasía, habilidades físicas, son algunos de los números que los artistas urbanos realizan en los cruceros de la ciudad en busca de romper el estrés citadino de los automovilistas y expresar su arte circense callejero. Nos lanzamos a los a buscar los mejores espectáculos urbanos itinerantes, aquí te los presentamos.
Contact
¿A quién no le gustaban las burbujas cuando éramos niños? La ilusión de la pompa de jabón voladora continúa con una pelota de plástico transparente llamada “contact”, la cual recorre la ruta aérea marcada por el artista. Una ilusión temporal en el asfalto.
Double stand
A ritmo de percusiones africanas un guerrero anónimo mueve las lanzas para presentarse dispuesto a combatir el fastidio y las fricciones de la oficina, la fábrica, el negocio, la escuela. Un duelo directo en el cual no corre sangre.
Payasito pon-pon
Un clásico que no aburre. El mini payaso de la ropa triste pero con cadera ancha corre desde la esquina de la calle para trepar por la pierna y espalda hasta alcanzar los hombros del payaso mayor para balancear las generosas pompis de globos.
Limpiaparabrisas de plata
Al menor descuido el jabón ya está en el parabrisas y el joven en el cofre del auto, de inmediato viene el ceño fruncido del conductor. Sin embargo, hay un limpiaparabrisas que lo hace de manera distinta, disfrazado de estatua simula limpiar y garantiza dejar igual de sucio el cristal.
Sepulcro negro
No es carnicero ni sicario del narco, pero lleva consigo tres machetes. Su semblante es tosco y aguerrido. Choca sus machetes en gesto desafiante para que nadie le aparte la mirada y comienza a lanzar las filosas armas por los aires haciéndolos girar.
Dragón man
Cuando estamos de mal humor y abrimos la boca, brotan los demonios. Pero hay quienes lanzan fuego por la boca y no precisamente piropos candentes. Después de un trago de gasolina basta con acercar antorcha improvisada para que un halo fogoso atraviese el aire. Ese trago si quema la garganta.
Duelo de malabares
Las clavas son los objetos que dominan a placer. El reto sube cuando de frente hay otro con el mismo acto de malabarismos. Comienza el pique y la disputa por el mejor juego de lanzamientos y control en 20 segundos frente a los automovilistas.