Chilango

¿El futbol una cortina de humo?

Foto: Cuartoscuro

En México la frontera entre el futbol y la política es tan tenue que en ocasiones resulta casi imperceptible. Hace unos días senadores acordaron debatir las leyes secundarias en materia energética en sesiones que coincidían con los partidos de la Selección Mexicana en el Mundial de Brasil 2014 en lo que pareciera una maniobra para quitarle atención ciudadana a la discusión. Luego cambiaron de opinión en busca de “no despertar sospechas”.

Algunos piensan que el futbol es una cortina de humo, otros dicen que también es el opio del pueblo. Lo cierto es que este deporte tan popular ha coincidido en momentos claves y en discusiones nacionales importantes restándoles atención pública.

Sin ser “sospechosistas” les presentamos seis casos en los que el futbol mexicano empata con la política en episodios trascendentes, ya sea para limpiar o cubrir “el cochinero”.

Acto patriótico

El 11 de junio de 1970 la Selección de México derrotó 1-0 a Bélgica con gol de Gustavo Peña al minuto 14 del primer tiempo en el Estadio Azteca durante el Mundial México 70. Unas horas después, en estado de ebriedad Augusto Mariaga, responsable de la prisión de Chilpancingo, comenzó a disparar al aire y al grito de “Viva México” abrió las celdas para dejar en libertad a 142 reos. Un tribunal absolvió a Mariaga “porque actuaba llevado por un acto de patriotismo”.

Bajan el switch

Mientras los capitalinos festejaban en el Ángel de la Independencia la clasificación de la Selección Mexicana al Mundial de Sudáfrica 2010 tras golear 4-1 a su similar de El Salvador la noche del 10 de octubre de 2009, el entonces presidente Felipe Calderón firmó el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro por lo que militares y policías federales ocuparon las instalaciones, así más de 44 trabajadores electricistas se quedaron sin empleo. Y cuando despertó Luz y Fuerza del Centro ya no estaba ahí…

Cambio de imagen

El 31 de enero de 2010 en la colonia Villas de Salvárcar 14 jóvenes fueron asesinados por un comando armado que los atacó durante una fiesta, días después el gobierno mexicano puso en marcha la estrategia “Todos Somos Juárez” para invertir 3 mil 400 millones de pesos en la “reconstrucción de tejido social”.

La Federación Mexicana de Futbol anunció que para contribuir a mejorar la imagen de Ciudad Juárez –la ciudad más violenta de México- y como parte de los festejos por el Bicentenario de la Independencia, el Tri jugaría un partido amistoso contra Venezuela el 12 de octubre de 2010. El hotel de concentración, los alrededores y el interior del estadio Olímpico Benito Juárez estuvieron custodiados por policías federales y estatales. Durante el partido varios aficionados entraron a la cancha. 

Menos sangre, más futbol

Será por casualidad, coincidencia o buen futbol, pero ciudades azotadas por la violencia del narcotráfico han tenido efímeros equipos de Primera División para distraer la atención sobre los temas de inseguridad. Ascendieron en 2003 los Colibríes de Morelos, en 2004 los Dorados de Sinaloa, en 2008 los Indios de Ciudad Juárez, en 2011 los Xolos de Tijuana y en 2013 los Reboceros de La Piedad (Michoacán) cambiaron su sede a Veracruz.

Otro ejemplo, el 25 de agosto de 2011 un grupo armado incendió el Casino Royale en Nuevo Léon donde murieron 52 personas y en diciembre de ese año los Tigres se coronaron tras 29 años sin títulos. El 20 de agosto de 2011 en Torreón durante el partido Santos contra Morelia una balacera al exterior del estadio interrumpió el encuentro, casualmente Santos jugó la final en diciembre de ese año frente a Tigres.

¿Ocultando deudas?

En diciembre de 2011, Humberto Moreira entonces presidente nacional del PRI renunció a su cargo luego de que se hiciera pública la contratación de deuda por 30 mil millones de pesos de forma irregular por parte de sus colaboradores cuando fue gobernador de Coahuila, según la Secretaría de Hacienda, una cifra superior a los 196 millones de pesos que debía la entidad cuando inició su administración. Meses atrás en julio de 2011 su hermano Rubén Moreira había ganado la elección por la gubernatura del mismo estado y sería el encargado de la investigación del fraude.

Quizá fortuitamente o producto del trabajo futbolístico, pero en enero de 2012 el equipo Santos -que juega en Torreón- despuntó en la Liga Mx, fue Superlíder, el equipo con mayor número de goles y campeón del torneo Clausura 2012, pareciera un montaje para que todos se olvidaran de la deuda pública, por casualidad derrotó a Monterrey casi a un año de la tragedia de Casino Royale en Nuevo León y de la balacera en el estadio de Torreón. Humberto Moreira vive felizmente en España y hace una semana nació su sexto hijo que al parecer llevará el mismo nombre que él.

Apoyando el deporte

Como si el dinero no se necesitará para la educación y la salud, gobernadores y presidentes municipales inyectan recursos públicos al futbol mexicano profesional, principalmente para la remodelación de estadios que son privados, sólo para tomarse la foto y anunciar que fomentan el deporte.

Por ejemplo el gobierno de Puebla apoyó con 19.7 millones de pesos la remodelación del estadio Cuauhtémoc donde juega el equipo de la Liga Mx; el municipio de León destinó 2 millones de pesos para las butacas del estadio; el gobierno de Morelos invirtió 400 millones de pesos en un estadio para el equipo Zacatapec de la Liga de Ascenso; el municipio de Tejupilco en el estado de México destinó 2.4 millones de pesos para la operación del equipo Tejones de Tercera División; el gobierno del Distrito Federal apoya con 500 mil pesos el pago de salarios de los entrenadores de los Ángeles de la Ciudad de México de la Tercera División; entre otros casos.

¿Será el futbol una distracción de los temas importantes en México?