50 Frases del libro de Cortázar
Por: Paris Alejandro Salazar Rodríguez
Criticado y luego elogiado; extraño primero, innovador después; la Rayuela de Julio Cortázar cumple50 años de haber salido de la imprenta y provocar un viaje mágico en sus lectores.
Para la rayuela –bohemia, artística, solitaria, amorosa, siempre buscando– se necesita el suelo, un gis, una piedrita y la punta del zapato.El libro de Cortazartambién es un juego y un desafío. Puedes leerla de manera lineal (en 56 capítulos) o en los 155 capítulos integrados en sus 600 páginas.
Para que te animes a leerla,releerla o simplemente recordarla, te dejamos 50 frases, episodios y momentos del libro del Cronopio Mayor.
1. Y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios. (Capítulo 7)
2.Cómo cansa ser todo el tiempo uno mismo. (Capítulo 36)
3. Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. (Capítulo 1)
4. Nos queríamos en una dialéctica de imán y limadura, de ataque y defensa, de pelota y pared. (Capítulo 2)
5. Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante, lo atás con ayuda de las palabras, y resulta que te quiero. Total parcial: te quiero. Total general: te amo. (Capítulo 93)
6. “No aprendas datos idiotas”, le aconsejaba. “Por qué te vas a poner anteojos si no los necesitas”. (Capítulo 4)
7. Así andaban, Punch and Judy, atrayéndose como hace falta si no se quiere que el amor termine en cromo o romanza sin palabras (Capítulo 6).
8. Y pensábamos en esa cosa increíble que habíamos leído, que un pez solo en una pecera se entristece y entonces basta ponerle un espejo y el pez vuelve a estar contento (capítulo 8).
9. Amor mío, no te quiero por vos ni por mi ni por los dos juntos (…), te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto. (Capítulo 93)
10. No renuncio a nada, simplemente hago todo lo que puedo para que las cosas renuncien a mí (Capítulo 31).
11. Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose (Capítulo 28).
12. Los recuerdos solo pueden cambiar el pasado menos interesante (Capítulo 15).
13. En realidad después de los cuarenta años la verdadera cara la tenemos en la nuca, mirando desesperadamente hacia atrás (Capítulo 21).
14. Todo lo que se escribe en estos tiempos y que vale la pena leer está orientado hacia la nostalgia. Complejo de la Arcadia, retorno al gran útero, back to Adam, le bon sauvage (y van…)Paraíso perdidos, Perdido por buscarte, yo, sin luz para siempre(Capítulo 71).
15. ¿quién estaba de vuelta de sí mismo, de la soledad absoluta que representa no contar siquiera con la compañía propia, tener que meterse en el cine o en el prostíbulo o en la casa de los amigos o en una profesión absorbente o en el matrimonio para estar por lo menos solo-entre-los-demás? (Capítulo 22).
16. Hacíamos el amor como dos músicos que se juntan para tocar sonatas…Era así, el piano iba por su lado y el violín por el suyo y de eso salía la sonata…(Capítulo 20)
17. Cuando los amigos se entienden bien entre ellos, cuando los amantes se entienden bien entre ellos, cuando las familias se entienden bien entre ellas, entonces nos creemos en armonía. Engaño puro, espejo para alondras. A veces siento que entre dos que se rompen la cara a trompadas hay mucho mas entendimiento que entre los que están ahí mirando desde afuera (Capítulo 46).
18. Cada uno por su lado, la hidropesía se cura con paciencia, mierda y soledad (Capítulo 36).
19. No veía nada de malo, pues no tenía ojos; no escuchaba nada de malo, pues no tenía oídos; ¡pero me vengaré! (Capítulo 126)
20. Para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero. Claro que te curarás, porque vivís en la salud, después de mi será cualquier otro, eso se cambia como los corpiños (Capítulo 93).