5 escritoras para dejar de creer que existen géneros literarios ‘para hombres’
Las mujeres llevan la batuta de la literatura, especialmente en géneros donde se creyeron que pertenecían al género masculino.
Por: Redacción spg
Vía: Mariana Riestra
Nos estamos acercando a la última etapa del año y puede ser que con las tardes frías y lluviosas te den muchas ganas de leer acompañada de un chocolatito caliente o de un tecito que te relaje después del día ajetreado. Con esta lista te recomendamos a una serie de escritoras contemporáneas que van a hacer que no quieras bajar el libro.
De mediados del siglo XX a la fecha hemos visto cada vez más nombres de autoras en las librerías, periódicos y revistas. Si bien esto es representativo del arduo trabajo de las mujeres para hacerse de un espacio en la vía pública y es, definitivamente, un motivo para celebrar, es importante que también reconozcamos todo el camino que nos falta por recorrer y los estereotipos que quedan por derrumbar.
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Autoras al frente y centro
Históricamente han sido pocos los nombres de autoras reconocidas de manera masiva: Emily Dickinson, Rosario Castellanos, Alejandra Pizarnik y muy pocas más fueron capaces de ser leídas al lado de sus contemporáneos masculinos. A pesar de este enorme logro, es común que a muchas autoras se les encasille en géneros preconcebidos como femeninos, como es el caso de la poesía confesional, la cual suele detallar escenas íntimas con temáticas sobre salud mental o roles de género. Consecuentemente, se suele ignorar a las mujeres que escriben géneros mayormente poblados por autores varones. Así es el caso de las autoras de esta lista, quienes trabajan con la ciencia ficción, el horror y demás géneros “de hombres”.
1. Mariana Enriquez
Esta escritora argentina se ha convertido en una de las voces latinoamericanas más reconocidas de manera internacional en años recientes, al ser galardonada en múltiples ocasiones, como en el 2019 con el Premio Herralde de Novela por Nuestra parte de noche.
El trabajo de Enríquez como escritora de terror no sólo nos ofrece un homenaje a grandes figuras dentro del género, como Stephen King o Amparo Dávila, sino que también denuncia las problemáticas del presente en una Latinoamérica sobreviviente a las dictaduras y a la violencia. Sus libros Las cosas que perdimos en el fuego y Los peligros de fumar en la cama son un ejemplo perfecto de la complejidad y el amalgama entre lo fantástico y lo aterrador que caracteriza su obra.
2. Alaíde Ventura
El trabajo de Ventura en el área de la Literatura Juvenil pone al centro la experiencia de las mujeres jóvenes como seres complejos y con agencia dentro de sus comunidades. Desde su novela Como caracol, la cual retrata los vínculos matrilineales y en tres generaciones de personajes, hasta su novela más reciente Entre los rotos, Ventura demuestra un gran interés por el género del coming-of-age.
Al enfocarse primordialmente en las experiencias de niñas, adolescentes y mujeres, esta autora se rebela ante los inicios del género, el cual se dedicó durante tanto tiempo a solamente representar el crecimiento y la maduración masculina.
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3. Andrea Chapela
Esta narradora mexicana, quien primero estudió Química en la Universidad Nacional Autónoma de México y posteriormente ingresó a un posgrado en Escritura Creativa, nos demuestra que la literatura se apoya y beneficia de un montón de disciplinas. De este modo, la primera colección de relatos de Chapela, Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio, nos brinda escenarios distópicos por medio de la ciencia ficción.
Los cuentos de Chapela, ubicados en una Ciudad de México post-apocalíptica, dicen tanto de nuestro futuro como de nuestro presente, al retratar los retos individuales, de pareja y de xadres e hijes; todo esto, atravesado por la tecnología y la catástrofe.
4. Clyo Mendoza
Clyo Mendoza es una autora oaxaqueña de poesía y narrativa. Mendoza, quien fue la ganadora más joven del Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz en el año 2017, ha publicado diversos poemarios, así como la novela Furia este último año. Su trabajo retrata dinámicas de poder, la inseguridad en méxico y la violencia generalizada a partir de la mirada femenina.
El cruce de diversos géneros en la obra de Mendoza, así como la crudeza y el erotismo dentro de sus descripciones crea una obra completamente consciente de su entorno y de las complejidades dentro del mismo.
5. Cristina Rivera Garza
Esta narradora, ensayista y poeta con más de 30 años de carrera literaria ha sido profesora en universidades en México y Estados Unidos, así como acreedora de diversas becas y premios de humanidades. Su trabajo, aunque vasto y diverso, suele definirse por su interés en la guerra, la frontera y la situación de las mujeres en ambos espacios. De manera particular, sus libros Los muertos indóciles. Necroescrituras y desapropiación, Dolerse y Condolerse reparan en la vida y la escritura dentro de un país enmarcado por la violencia.
Así también, su libro más reciente, El invincible verano de Liliana, funciona como una crónica que acompaña a la autora por en medio de la exhumación de las pertenencias de su hermana Liliana, quien fue víctima de feminicidio el 16 de junio de 1990 y cuyo caso ha quedado, hasta hoy, impune. Por medio de sus narrativas, Rivera Garza honra la vida de quienes han muerto a manos de la violencia al tiempo que exige justicia con cada enunciado.
Cada vez más autoras escriben sobre y para el cuerpo y la memoria y, a su paso, revolucionan nuestras concepciones sobre los géneros y la literatura. Sus escrituras son el futuro de las letras y los espacios que con ellas han reclamado abrirán el camino para las voces de más mujeres.