El escritor José Revueltas fue un ejemplo claro de congruencia e integridad, su vida, obra y militancias lo demuestran, sus letras correspondían siempre a su participación política. Se podrá estar de acuerdo o no con él, pero siempre fue un radical coherente y este 20 de noviembre se conmemora el centenario de su nacimiento.
José Revueltas fue el rebelde necesario, inquietante y crítico, con la rabia, la pasión y la inteligencia para señalar lo que otros omitieron y callaron, al que no lo intimidó la persecución ni lo detuvo la cárcel.
En cada escrito dejó ver sus intereses, manías, preocupaciones, deseos, inconformidades, anhelos y aspiraciones, sus textos son un reflejo de él mismo, y en las películas en las que participó como guionista también les imprimió su particular sello combativo.
Los libros de Revueltas
Escribió diversas novelas, crónicas, ensayos y cuentos, todos mostraban sus posturas ante la realidad social y los comportamientos culturales. Tocaba además un puñado de temas que lo obsesionaban: la muerte, la enajenación, la deshumanización, la incomunicación, el crimen, la enfermedad, la falta de solidaridad, la decadencia, la soledad, la opresión a los débiles, la violencia. Esos eran “temas de mal gusto” para algunos y que José Revueltas abordaba con una genialidad argumentativa y expresiva.
Desde el inicio el libro Los muros de agua es inquietante desde el principio porque en la presentación narra su experiencia cuando visitó el Lepresario de Guadalajara en 1955 y cuenta sin tapujos el dolor que vivió en ese lugar:
“Ahora, mirando a todos juntos, me doy cuenta en qué consiste el horror que hay en ellos, el horror que inspiran. Simplemente, se trata de un horror diferido, un horror a punto de ser. Aquí puedo examinar, de un modo progresivo, el proceso de la distorsión de las caras, desde el principio, al comienzo de la monstruosidad, hasta la monstruosidad perfecta…Entonces cobran un auténtico aspecto de esas figuras de Goya (en Los desastres de la guerra)”.
En Los muros de agua José Revueltas recupera sus impresiones mientras permaneció preso dos ocasiones en las Islas Marías a los 18 años de edad.
Tocaba temas sensibles y prohibidos, por ejemplo en Los días terrenales narró dentro de la historia principal el suicidio de unas adolescentes lesbianas que al ser sorprendidas teniendo intimidad, con la muerte ponen fin al castigo que les habían impuesto por amarse.
Lo que merecía ser contado lo exponía en sus textos, en el final de El apando detalla una sangrienta confrontación entre los presos y los custodios en Lecumberri, cárcel en la que estuvo recluido.
Hay escritores e intelectuales que opinan que Dormir en la tierra de José Revueltas es el mejor libro de cuentos de la literatura nacional.
Los militantes y politólogos encontrarán una joya en el Ensayo sobre un proletariado sin cabeza, es un texto, que quizá sea el intento más importante de análisis dialéctico materialista de la política mexicana de más de medio siglo y una interpretación de la condición del proletariado mexicano.
Libros de José Revueltas como Los días terrenales, Material de los sueños, El luto humano, Los errores, Los motivos de Caín, México 68: juventud y revolución, En algún valle de lágrimas, entre otros son indispensables en cualquier biblioteca personal de un verdadero lector. Siempre habrá un tema provocador y una idea que lleve la reflexión en las letras de Revueltas.
Filmografía de Revueltas
José Revueltas también incursionó en la escritura de piezas teatrales y el guionismo cinematográfico. Tenía talento para ello y los supo explotar para deleitar a las audiencias con su particular y especial sentido social.
Utilizaba el seudónimo de Maximiliano Revueltas y en algunas ocasiones llegó a firmar como J.R. Escribió obras de teatro como Israel, La otra, El cuadrante de la soledad y Nos vemos en abril.
Participó en al menos 25 adaptaciones de la mano de importantes cineasta como Luis Buñuel, Federico Cazals y Roberto Gavaldón. Otras 30 adaptaciones no lograron filmarse.
Su primera adaptación fue El Mexicano de Jack London por invitación de Gabriel Figueroa para trabajar en la cinta. Otras adaptaciones que hizo de reconocidos escritores son Cantaclaro de Rómulo Gallegos; Qué dios me perdone de Xavier Villaurrutia, En la palma de tu mano de Luis Spota y La ilusión viaja en tranvía en la que trabajó al lado de Luis Alcoriza.
Con la película La otra de Ryan James, ganó el premio Ariel en 1947 por la mejor adaptación.
Hizo una mancuerna excepcional con el director Roberto Gavaldón, lograron películas como A la sombra del puente, La diosa arrodillada, La casa chica, Rosauro Castro, Deseada, En la palma de tu mano, La noche avanza, El rebozo de Soledad, Las tres perfectas casadas, Sombra verde y La escondida, donde se puede ver el toque social y crítico del escritor.
José Revueltas poseía conocimientos que lo llevaron incluso a incursionar como profesor y dar clases en el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos y dio clases de guión en el Centro Universitario de Estudio Cinematográficos.
El libro El apando, que él escribió lo adaptó para cine, Federico Cazals fue el director de la película.
Sus películas son un espejo de la personalidad y la vida de José Revueltas, por lo que al elegir cualquier cinta se identificará el matiz crítico y rebelde del escritor, por lo que no son un desperdicio ni una ofensa a la pupila y a las ideas.