Los coches parecen de juguete y la gente se ve como bichos insignificantes. Esto lo ves así a los 36 metros de altura que tiene esta pared de escalada.
Subir un edificio de más de 10 pisos con elevador se dice fácil, y asomarse a la ventana desde esa altura para ver el paisaje tampoco asusta, pero imagina hacerlo por fuera del edificio sin más ayuda que tus pies posados sobre dos diminutas piezas de colores y agarrado con tus manos de otras dos de estas simulaciones de piedra... Sí da vértigo. El reto está ahí para hijos y padres.
Algunos niños son muy intrépidos, otros son miedosos, algunos se burlan de los demás, otros gritan divertidos, y otros más no expresan sus sentimientos... Para todos, hay un buen reto al confrontarlos con un esfuerzo físico y la altura. Los primeros, creerán que la pared es poca cosa, pero la altura les pondrá un “estatequieto”; para los temerosos, el ambiente favorece que se animen a probarse; a los que se creen mucho, les quita lo gallito y se tienen que comer sus palabras una vez que se sienten vulnerables; los relajientos pronto tendrán que concentrarse; y los que no hablan mucho en una situación cotidiana serán desbordados por sus sentimientos y acaban por hablar con el instructor, por lo menos... En fin, la escalada le mueve el tapete a todos.
Todo esto, sin mencionar el ejercicio integral que se hace con este tipo de actividad; el ascenso obliga a trabajar los músculos tanto de los brazos como de las piernas, sin dejar descansar el abdomen y el trasero.
The Muro parece una peña de roca gracias al material con que está hecho: una mezcla de resinas con textura arenosa, de tal forma que podrías subir por ella sin temor a resbalar, pero además tiene recovecos y grietas, y una réplica de rocas de colores brillantes para que puedas tomarlas con las manos y pisarlas con los pies para ascender.
Los instructores te dan el arnés, un casco y los zapatos especiales (hechos de goma adherente). Sólo los chicos del Muro pueden asegurar a los visitantes, así sean niños o adultos, principiantes o avanzados.
Los acompañantes pagan una entrada y pueden sentarse en las gradas a ver esta entretenida dinámica. Los que quieren escalar, deben hacer fila y los instructores te protegerán con un sistema de seguridad sofisticado mientras le das un intento; luego, te bajan y te vuelves a formar. Al entrar, te pondrán un brazalete por día, así que puedes salir a comer y volver a entrar las veces que quieras.
Ojo, nada intriga (y divierte) más a los niños que ver a sus papás enfrentándose a un reto de altura y fuerza...
The Muro
Eje Central Lázaro Cárdenas 807, Portales
55325637
Lun-vie 11-21 h, sáb-dom 9-19 h
$150 adultos y niños de 6-11 años y acompañantes $50
themuro.mx