Severo: una taquería que combina la salsa con arte
La San Peter no siempre reluce por su oferta culinaria, pero Severo llegó para demostrar lo contrario. Un lugar donde además de comer, puedes comprar arte.
Por: Colaborador
-¿Qué tienes para hoy? pregunta un señor al entrar a la taquería. -Hay de chistorra, le contesta Mariela, la dueña de Severo. Acto seguido, el hombre se quita la cachucha y se sienta en uno de los banquillos altos frente a la plancha, se nota que se lo saborea desde antes de que se lo sirvan.
Hace un año que existe Severo, una taquería que empezó por el mero gusto de comer y experimentar con sabores. Mariela antes de abrirlo se dedicaba de lleno al marketing. “Queríamos algo diferente en la colonia, tacos que llamaran la atención con productos especiales”, nos contó ella.
Un acierto del lugar (además de su agua de horchata y su taco de pescado en achiote con plátano macho) es la carne de conejo que traen de la Hacienda de San Andrés, situada en Amecameca. Con ella realizan carnitas, las cuales van acompañadas de quelites y aguacate, una delicia que puede comerse con alguna cerveza artesanal o un clamatito bien frío.
Durante el año, Mariela ha pasado su tiempo en buscar sabores y texturas. De los tacos que han permanecido en la carta, es el de chile de agua capeado y el relleno de hongos al mezcal. De los nuevos, además del de conejo, tiene uno de barbacoa y el villamelón; un clásico que no puede faltar en ninguna taquería. De los que se transformaron, está la tostada de camarón al ajillo y aderezo de yogurt, una maravilla que ahora viene envuelta en tortilla.
Severo, también funciona como galería. Cada dos meses invitan a algún artista para que muestre su obra. Si te gusta lo exhibido, lo puedes comprar. Lo último que adornaba sus paredes fue de Leonardo Hernández y ahora Daniela Gómez, quien presenta un trabajo sobre el cuerpo femenino. Si tienes algo que mostrarle al mundo, aquí es donde puedes proponer para que la gente conozca lo que haces, mientras de paso se echa un buen taco.