Por: Georgina Hernández
Sobran los puestos de tortas en la ciudad de México, y no es exageración. Pero los que hacen muy buenas tortas, no son tantos. Exactamente en la esquina de Sullivan y Serapio Rendón, en la colonia San Rafael, hay unas que no son del montón.
Para empezar, son enormes. El primer bocado requiere un ejercicio de quijada que cuesta varios intentos dominar. El pan que utilizan mide aproximadamente 30 centímetros de largo por 10 de ancho.
Tienen quince especialidades; la más solicitada es “La Tatiana”, servida con una alta dosis proteínica (de milanesa, pierna y quesillo), jitomate, cebolla, aguacate y el picante de tu elección (rajas o chipotle). Se agradece que el pan esté calientito, pues al momento de prepararlas, los torteros vierten unas gotitas de aceite a las tapas para ponerlas en la plancha mientras preparan el relleno.