En el corazón de Coyoacán, con una vista a jardines y grandes terrazas, el chef del Restaurante Frida nos recuerda el porqué nos costó tanto dejar la casa de nuestros padres. Aquí hay comida casera mexicana pero con un ingenio particular que la saca de la cotidianidad. Las porciones son grandes y cada bocado sabe a hogar.
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Restaurante Frida, como el sazón de la abuela
No hay nadie como ella (lo sabemos). Por eso, en Restaurante Frida se la respeta en cada toque especial que se agrega a los platillos tradicionales, como las enmoladas ($110). La propuesta de Restaurante Frida es con carnitas de pato bañadas en una salsa de pipián y ajonjolí —que equilibra a la perfección el picor de sus chiles—. Estas enchiladas son un platillo que los comensales han hecho su favorito, junto a los sopecitos de tuétano con suadero ($90). Vienen tres que no querrás compartir ni en una primera cita.
Estos sopecitos son a base de tortilla azul, crujiente exquisitez que auspicia las tortillerías del centro de Coyoacán, siendo ellos los productores locales del restaurante. Van acompañados de queso crema, lechuga, frijoles refritos, cebollita en su punto, suadero confitado y dos tuétanos horneados al centro, un poco de cilantro es el toque final a esta orquesta de sabores. Aunque, si eres de los nuestros y quieres consentir un poco más a tu paladar: échale la salsita roja tradicional de casa que, con gusto, pondrán sobre tu mesa.
Festivales en Restaurante Frida
Bonus track: cada mes Restaurante Frida ofrece un menú diferente honrando la majestuosidad gastronómica de cada región mexicana. En septiembre habrá un festival yucateco. ¿Las opciones? Panuchos de cochinita ($80) (éntrele de a tres piezas), ceviche negro ($140) de pescado marinado con chiles tatemados; sopa de lima ($75), esa que hasta al más chilango se le hace agua a la boca por ser la tradicional con pollo; papadzules ($145); cochinita pibil ($180) acompañada con frijoles y tortillas hechas a mano; y pescado Tikin-Xic ($180) envuelto en hoja de plátano y bañado con salsa de achiote y orégano.
Para acompañar todo esto no dejes de probar la limonada Frida: receta de la casa, con té limón y pepino macerado.
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¿Y el postre en Restaurante Frida?
Porque siempre hay espacio para endulzar nuestros corazones, no podría faltar el tradicional flan de queso cabra ($65) con salsa de cajeta y nueces. Aunque, aquí, entre nos, el brownie de mole ($65) con helado de vainilla nos elevó a la cima del placer y es el postre estrella de Restaurante Frida. La receta, propia del chef, es una combinación de lo dulce y salado inspirado en su abuela: gran apasionada de los moles. A la elaboración del brownie tradicional se le agrega un toque de ajonjolí y mole oaxaqueño para hornearse a 170 grados. Lo dulce de este tipo de mole, junto a las nueces y el chocolate son una bomba fresca en la boca.
Restaurante Frida
Dónde: Calle Salvador Novo 8, Barrio Santa Catarina, dentro del Centro del Patrimonio
Horarios: martes a sábado: 08:00, lunes y domingo: 08:00-21:00
Cuánto: $300, promedio
