Un sitio ideal para adentrarse en la cocina peruana. Pacceb’s ofrece amplísimos menús con los platillos clásicos de todo el Perú, como complemento, una carta con platillos internacionales de los cuales no vale la pena hablar, porque son precisamente maravillas como el chicharrón limeño y el cebiche de lenguado (con «b») como se escribe en Perú las estrellas del lugar.
El primero es un pequeño costillar de cerdo profundamente frito y de suave textura, algo como nuestras carnitas pero sin la grasa excesiva. Al segundo lo acompaña un trozo de camote dulce frito y choclo (elote). Se condimenta con ají dulce, un tipo de chile más parecido al habanero pero sin el recalcitrante picor y un toque ahumado, y rocoto, la versión peruana y roja de nuestro chile manzano, con él se prepara una salsa de agradable acidez que recuerda a la mostaza.
Entre las especialidades del mar destaca el filete de corvina a lo macho, bañada en salsa de mariscos, ligeramente picosa. Más elaborado, es el escabeche de mero, un delicioso trozo de pescado acompañado de una condimentada pero suave salsa con cebolla morada y ají. Por supuesto, también existen los platillos más conocidos, causa limeña, tiraditos y anticuchos, pero en su versión original. Además, hay pisco sour, una bebida tradicional a base de aguardiente de uva, jugo de limón, jarabe natural y una pizca de clara de huevo.
El espacio recuerda a un canta bar de los 80, con todo y trovador. El servicio es amabilísimo y dedicado. Los precios, como si se pagara el avión a Perú, pero vale la pena.