Gusto seductor, buen aroma y la elegancia que aporta el conocimiento. No es la descripción del hombre o la mujer perfectos, sino la de una taza de café de todos los días.
¿Lo mejor del lugar? Por un lado, la buena onda que siempre se busca en un café de barrio. Por el otro, la seriedad y la dedicación con que elaboran cada taza, como si en ese momento fuera la más importante del mundo. El café viaja cada semana desde Guerrero o Oaxaca. Su tostado varía según su método de extracción que elijas. Es un café con alma al que es difícil resistirse cada mañana.
LO MEJOR. Aunque el método Chemex y la prensa francesa son la especialidad, échale ojo al Ibrik, reinterpretación del café turco, con cardamomo y azúcar mascabado.