Fogo de Chao
Por: Héctor Cruz Perez
Por Héctor Cruz
Si has viajado a Brasil o a Estados Unidos y has visitado este restaurante sabes que no hay mejor lugar para probar unas espadas al estilo gaucho. Ahora en México, Fogo de Chao abrió sus puertas para ofrecer este concepto de churrasquería, que no es novedad, ya que existen varios locales por la ciudad del mismo giro. En Fogo de Chao vale la pena la inversión por la calidad de los alimentos.
El precio del menú de espadas, tipo buffet, es de 595 pesos por persona (más barato que en Brasil y Estados Unidos) que no incluye bebidas pero sí una suculenta barra de ensaladas y guarniciones que serán tu delicia: palmitos, espárragos, jitomates cherry, salmón ahumado, tocino, queso parmesano,mozzarella fresco, manchego añejo 2 años. Con la pura barra de ensaladas podrías darte un buen banquete.
Cuando te sientes a la mesa, los meseros vestidos tipo gaucho te darán tus herramientas para la comilona: tenedor, cuchillo, pinzas y una especie de portavasos que de un lado está en rojo y por el otro en verde. Así, cuando los meseros pasen alrededor de tu mesa con las espadas llenas de carne, sabrán que si está en verde es porque quieres de ese corte. Las pinzas son para que les ayudes a tomar la porción de carne que cortaron especialmente para ti. Por supuesto, que los cortes los puedes pedir en el término que quieras, bien cocido, tres cuartos o medio.
Verás desfilar ante ti pollo (frango) marinado con cerveza y brandy o envuelto en tocino. También cerdo en medallones con queso parmesano sellados a la plancha o costillas. El cordero lo puedes comer en chuleta o en una tierna pierna. La res en picanha, rib eye, filete miñón, arrachera, top sirloin, costilla o fraldinha. Todo un desfile de sabor para los amantes de las carnes.
En cuanto a las bebidas, Fogo de Chao tiene una buena carta con alrededor de 100 vinos y también la bebida clásica de Brasil, la caipirinha. También hay postres como flanes, pasteles, cremas, aunque dudamos que te quede un pequeño hueco para ellos después del suculento festín de los platos fuertes. Si existe el edén de los carnívoros, seguro se parece a este lugar.