Daruma es el nombre de un sacerdote Zen que, a pesar de no tener brazos o piernas, encontró en la vida una razón para seguir adelante. No estamos diciendo que comer delicioso haya sido esa razón de vida, pero en este lugar eso pareciera.
Este es un clásico consolidado para venir a disfrutar de la comida japonesa, es como el sensei de los restaurantes de su género. En especial del teppanyaki, ese platillo que tanto nos gusta no solo porque es saludable y delicioso, sino porque nos permite disfrutar de un Ninja preparando la comida.
En la carta podrás encontrar una gran variedad de platillos tradicionales entre los que te recomendamos el canapé de mariscos, el súper ebi fil, el kodai kara-ague, tempura udon, la yakisoba, el tempura de camarón gigante (un delicioso oxímoron), el tempura kisu, el teppanyaki Daruma y el torikatsu que está relleno de queso, zanahoria y espinacas.
Puede llegar a ser un lujo, de esos que sólo se dan los emperadores, pero totalmente vale la pena la inversión.