Olvídate de ahorrar durante 20 años para el boleto a Suiza. Olvídate de pasar frío y necesidades porque tu cuerpecito tropical no está acostumbrado a la nieve ni el ritmo de tu cuerpo, puede encontrar sosiego en el baile tirolés porque en Tlanepantla, hay una embajada del estilo suizo en la ciudad.
Desgraciadamente, no hay perritos san Bernardo con su barrilito de brandy al cuello (esto es un mito) para darte la bienvenida, pero hay una buena selección de platillos suizos para que no extrañes a los peludos amigos.
Lo genial de este lugar son los desayunos buffets, puedes escoger huevos, omelettes, pancakes y algunas tradicionales mexicanas (lo mexicano no puede faltar en ningún menú). Muchos van por el desayuno y se quedan para el brunch, mismo que puede ser salchichas con salsa tártara, papas, ensaladas con tomates cherry, huevos y lechugas.
El caso es que este lugar destaca. Su comida no es sencilla, sin embargo es muy accesible y sus precios van acorde a la carta. Es un lugar para disfrutar como si estuvieras en un chalet al pie de los Alpes.
Todos los días el menú varía, aunque tienen platos fijos, como la ensalada de arenque con fresas: una opción robusta pero muy ligera y dulzona. Los espárragos a la holandesa son imperdibles, tanto por su sencillez como por lo tradicional de su salsa preparada a base de mantequilla, huevos y limón.
Hay otras opciones en el menú pero aquí te estamos recomendando lo suizo de pura cepa, así que arriésgate con un salmón en salsa de eneldo, delicioso y ligero.
Los postres son riquísimos, pero el mejor es el pastel red velvet coronado con frutos rojos. Una verdadera delicia que no deja indiferente ni al más amargado de los comensales. Plus, si no hay algo en la carta que te guste, ellos te preparan lo que desees.