Las hamburguesas de Butcher & Sons son fuera de serie. El pan es diferente, más suave y con un toque italiano, y las mezclas y los ingredientes también, como la catsup, hecha en casa, que tiene diferentes sabores. La riquísima Davis –todas tienen nombres de algún ídolo: Morrison, Bowie, Dylan– combina jitomate deshidratado con jamón serrano, pero hay que llegar con el estómago vacío ya que los platillos son vastos. También puedes encontrarte ingredientes extravagantes, como el foie gras, que nunca te imaginarías untado en una hamburguesa, pero que de alguna manera combina perfecto.
Para tomar tienen malteadas con piquete. Una mezcla pegadora por lo helado y lo dulce. La Scatterbrain, lleva whisky Makers Mark, helado de vainilla y caramelo. Y también está la Lindsey, una combinación sutil de vodka Stoli y helado de vainilla y galletas oreo. Además, cuentan con una extensa selección de vinos rosados, tintos y blancos. Su carta de cervezas sorprende, hay Tempus, Tijuana, Cucapá clásica, Minerva, Mexicali y Calavera Witbier. Y por si fuera poco, tienen una carta de cocteles preparados con gin.
El playlist va de acuerdo con el lugar, pero a un volumen bajo para conversar. Los fines de semana reserva porque es muy concurrido, además ofrecen brunch.