La fusión entre comida asiática y un bar de tapas es una realidad. Este restaurante-bar nació con base en viajes y experiencias gastronómicas de los chefs. La idea es que, además de comer, disfrutes de un ambiente agradable y el gusto por la buena compañía para hacer sobremesa.
Astoria es una experiencia de sabores exóticos representados en combinaciones inesperadas con buen equilibrio. Un ejemplo, las gyozas rellenas de queso de cabra, bok choy (un tipo de lechuga picante) y pasta de pistache. Aunque la influencia asiática es evidente también hay mucho de España, como las patatas bravas con salsa de jengibre y las croquetas de serrano con hongo shitake y mayonesa picante de café.
Probé varios platos fuertes, pero las que me dejaron boquiabierta, y muy satisfecha, fueron las costillas BBQ Astoria. Por el tamaño me recordaron las que comían los Picapiedra, y como soy fan del picante, me gustaron todavía más combinadas con la ensalada tailandesa de pepino con habanero; una verdadera delicia que todo aquel que se jacte de comer buenas costillas debe probar.
Ya con todo lo anterior en la panza, pareciera que no queda espacio para el postre, sin embargo, en mi caso, cuando me encuentro en el menú alguno con tapioca siempre dejo un huequito. La de aquí es la mezcla de un postre asiático con un trago clásico, la piña colada. La preparan haciendo una conserva de piña especiada, crema de coco y granizado también de piña. No te la pierdas.