Probablemente una de las transformaciones más bellas —con todo y los retos que implica en una ciudad con infraestructura deficiente— son los restaurantes en la calle en CDMX. Espacios que antes estaban destinados para autos ahora están ocupados por personas disfrutando. Esa es la nueva normalidad en la capital mexicana, ¿cuánto durará y cómo se seguirá transformando? Ya lo veremos.
Hace casi un año, después de la llamada primera ola de aumento de contagios en la ciudad, el gobierno local anunció el cambio de semáforo epidemiológico de rojo a naranja; es decir, medidas más flexibles para negocios y actividades que previamente estaban cerradas o prohibidas —como los restaurantes, que solo podían dar servicio a domicilio—. El 30 de junio de 2020, el gobierno de Claudia Sheinbaum presentó el programa Ciudad al aire libre el cual, esencialmente, marcó las pautas para la creación de restaurantes en la calle en CDMX.
Dicho programa contiene los lineamientos para que los restaurantes de la CDMX ocupen algunas partes del espacio público —como banquetas, estacionamientos y terrazas— para colocar mesas en el exterior. Los restaurantes en la calle en CDMX, de acuerdo con expertos, representan un menor riesgo de contagio. De hecho, apenas este viernes 16 de abril, la administración de Sheinbaum ha ampliado nuevamente el horario de servio de los restaurantes ante la disminución de contagios y hospitalizaciones; en el exterior, hasta las 23 horas, y en el interior hasta las 21 horas.
“En el espacio público la probabilidad de contagio es menor que en espacios cerrados, por eso es que es importante pensar en formas de utilizar este espacio abierto para ir reactivando paulatinamente la actividad comercial que tanto hace falta posterior a esta cuarentena y en lo que poco a poco va reactivándose todo”, dijo en entrevista Alejandra Leal, codirectora de Céntrico, una organización de especialistas en movilidad sustentable.
De acuerdo con el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), el riesgo más bajo para contraer covid-19 en un restaurante es recibir comensales al aire libre, a capacidad reducida y con una distancia entre mesas de al menos 1.8 metros. Por eso es que los restaurantes al aire libre en CDMX son una alternativa menos riesgosa.
Además de representar una opción más segura para los comensales, el objetivo del programa Ciudad al aire libre también es la alternativa para que los restaurantes puedan recibir un aforo mayor y brindar mayor seguridad a los comensales. Los locales sin espacio al aire libre solo podrán recibir el 30% de su aforo normal, mientras que los restaurantes con terrazas abiertas podrán tener un aforo del 40%. Sin embargo, todos los restaurantes que quieran participar en el programa tendrán que seguir una serie de lineamientos para su operación.
Los restaurantes en la calle en CDMX: disfrute y encuentro
Y es que la relevancia de la actividad de restaurantes y locales de comida no solo es económica, sino también social; no solo son sostén económico de miles de familias en la ciudad, sino que son lugares de recreación, encuentro y disfrute. “Los restaurantes, los cafés, todo el comercio tiene una importancia básica para promover usos mixtos en la calle —explica Alejandra—. Estos usos mixtos hacen que la vida en la calle sea más vibrante (…) son atractores de vida pública y economía local”.
Pero esta transformación de los restaurantes también ha transformado las calles chilangas. “Los restaurantes no solo están utilizando materiales como vallas, sino que han instalado jardineras, por ejemplo —dijo Alejandra—. Creo que necesitamos más vegetación en nuestras calles y eso también puede ser muy positivo”. Y agrega: “sería muy positivo que los espacios que están afuera de los negocios pudiera utilizarse públicamente sin consumo obligatorio”.
Otra área de oportunidad es el uso de los espacios de estacionamiento, uno nuevo que tengas más beneficios sociales y económicos para todo la ciudad que un coche estacionado todo el día. “Un cajón de estacionamiento ocupado por un vehículo representa un desperdicio en términos de vida pública. Ahí pueden caber dos mesas, pueden estar distintas personas a lo largo del día”.
De hecho, el Plan de movilidad para una nueva normalidad del gobierno mexicano incluye cuatro ejes esenciales: salud, seguridad, sustentabilidad y solidaridad, en el cual entra el uso de estacionamientos y calles para el consumo local.
Sin embargo, también hay retos en cuanto a la vigilancia de cómo se está utilizando el espacio público.
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