Encontrar lugares con comida sabrosa, bien servida y a buen precio es cada vez más difícil en CDMX, pero no imposible. La Pozolería San Sebastián es el perfecto ejemplo, ya que resiste pese a las radicales modificaciones que ha sufrido el pueblo de Xoco.
Todos nos hemos encontrado en el dilema de qué comer cuando vamos a la Cineteca. Si la función está por comenzar te vas por las opciones rápidas y cómodas, pero si estás haciendo tiempo y te gana el hambre tenemos una recomendación buena, bonita y con buenos precios: Pozolería San Sebastián. ¿Ya la ubicaste? Este rinconcito —literal— tapizado con papel picado sirve platos muy vastos para los transeúntes, trabajadores y visitantes del pueblo de Xoco.
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Pozolería San Sebastián: 25 años de tradición
En los últimos meses ha crecido la tensión acerca del futuro del pueblo de Xoco tras la mega construcción de las torres de Mitikah. Los habitantes de este lugar se han pronunciado en contra de las modificaciones urbanas que sufrió la calle de Mayorazgo, cerrada parcialmente, para el estacionamiento de la plaza. La configuración de uno de los pocos pueblos tradicionales cambió, pero varios establecimientos se mantienen como resistencia a la gentrificación.
Justo sobre Mayorazgo, a unos cuantos metros de la Cineteca, se encuentra la Pozolería San Sebastián, un lugar que permanece. Este lugar tiene 25 años sirviendo enormes platos coronados con lechuga, rábanos y cebolla.
Muchos lo conocen como el pozole IMER ya que se encuentra afuera de dicha estación de radio. Pero lo cierto es que hasta los vecinos de la zona vienen aquí a darle alegría al cuerpo con comida sustanciosa y de sabor casero.
Abrió en 1997 y desde entonces se ha posicionado como uno de los lugares favoritos del barrio y algunos estudihambres para llenar la barriga. Aquí el servicio es corto, sólo abren para la comida, pero con eso tienen porque las ollas de pozole se terminan al caer la tarde. Es un lugar pequeñito, tan sólo una cocina donde se prepara el pozole y unas cuantas mesas acomodadas afuera para despachar. Se come rico y sabe a hogar, eso siempre vale la pena.
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¿Qué pedir?
¡Pues pozole! La pregunta es algo obvia, pero hay que contar la historia. Irma Gutiérrez y su familia se encuentran detrás de este lugar que por años ha sido el remedio de los antojadizos y hambrientos visitantes de la Cineteca. El pozole es rojo, preparado con una mezcla de chiles secos y especias. Puedes elegir entre pollo, maciza o mixto según se te antoje, eso sí, solo hay un tamaño. Te recomendamos venir con hambre.
Las porciones son enormes —hay que hacer énfasis— y vienen acompañadas de montañas de tostadas, crema y limones para sazonar el pozole. Su salsita es picosita y ácida debido al vinagre, pero acompaña muy bien la preparación. Si te queda un hueco después del banquete, pide una tostada de tinga o de pata. Irma sabe que el pozole, receta secreta y familiar, es su especialidad, pero recomienda ampliamente probarlas.
Ten paciencia, entre semana suele abarrotarse a la hora de la comida, pero la espera vale la pena. Las mesas son sencillas, aquí vienes a comer bien entre mesas de colores y papel picado que decora el lugar. Otro acierto es el servicio, ya que son cálidos y atentos.
La Pozolería San Sebastián es de esos lugares que ya casi no hay, que se sienten como lejos de la ciudad, pero tan cálidos como la sazón de la abuela.
Dónde: Real Mayorazgo #84, colonia Xoco
Cuándo: Lun-Dom 13:00 a 19:00 h
Costo: Un platote de pozole en $80 pesos
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