“¿Me das algo de tu carta que no tenga gluten, lácteos, azúcar y sea vegetariano?” Aquí, el mesero no te hará “cara de what”, porque todo en este restaurante tiene estas características. Más aún, puedes subirle otra rayita a tu demanda y pedir materiales reciclados en utensilios y mobiliario, y que la cocina funcione con fuentes renovables. Y si crees que te vas a volar la barda esperando que laven con detergentes biodegradables, también te equivocas: lo hacen. Bueno, en el restaurante cafetería Pavan hasta reparten a domicilio con bici eléctrica, en lugar de moto.
Ok, todo esto está muy bien (porque uuurgen más lugares responsables con el medio ambiente), pero lo que te sirven en el plato, ¿estará rico y saciará tu hambre? Sí. Lo juramos. Prueba un Tai Bowl: tiene una base de arroz sobre la cual te sirven pollo y verduras mezcladas en una salsa de cacahuate. Pero si eres creativo, puedes armar tu propio platillo (también un bowl, ensalada, sándwich o wrap).
Aquí viene lo bueno y original (y archisaludable): los ingredientes. En este restaurante cafetería les sobran ofertas de “superfoods” o, en español, alimentos funcionales, como harina de soya y la miel de piloncillo, para los waffles; chips artesanales de camote, betabel y plátano, para botanear; quinoa, en lugar de trigo bulgur, para el tabule; tortilla de maíz o integral o papel de arroz para las quesadillas y los wraps; y todos los toppings imaginables, como hemp, chía, kale, ajonjolí, pepita de calabaza, y hasta chapulines (más saludables que los garapiñados) para las ensaladas. Un plus: el pan, los aderezos y los spreads, como la tapenade, el pesto o la compota de higo, son hechos en casa.
Y para que te dé el mal del puerco sin remordimientos, te recomendamos el Power Brownie; si descubres el ingrediente natural secreto que te está atiborrando de proteínas, fibra y vitaminas, en lugar de grasas saturadas, te lo regalan. Pero también debes probar los panqués sin gluten o sin azúcar, porque no te harán extrañar ningún postre atascado de calorías.
Detalle curioso: si compras algunos de estos alimentos funcionales, te los llevas en un frasco que, al regresar, podrás rellenar.
Pavan es un lugar sencillo pero bien puesto y súperubicado en Santa Fe, y el ambiente inspira porque, mientras comes, podrás ver a través de los ventanales a escaladores entrenando en un gimnasio especializado.
Pavan
Calle 3 #55, Lomas de Santa Fe
pavan.mx
2684 2134
Lun-vie 11-22:30 h, sáb-dom 10-17 h