En este puesto de la CDMX van a freír cualquier cosa que les lleves

Cada paladar es diferente. Hay clientela que opina que la banderilla de Milky Way con capeado cruji es la más rica de Las Banderillas del Mini. Aunque hay banda que asegura que la más deliciosa es la sencillita de ate con queso. Eso que ni qué… en Las Banderillas del Mini lo difícil es escoger entre una apetitosa banderilla salada y una dulcemente exquisita, así que lo mejor –la neta– es campechanearle. ¿Quién diría que las banderillas chilangas más ricas están mero mero saliendo del Metro San Joaquín?

La banderilla es ese antojo garnachoso que se fríe en un palito pero, ¿alguna vez has tenido antojo de freír un pastelito chocolatoso? En Las Banderillas del Mini tus antojos gordos y tus deseos, son órdenes. ¿Te comerías una banderilla de paleta helada cubierta de chocolate? Sabemos que sí, ni te hagas.

Si traes ganas de algo saladito lee más acerca de esta guía: La ruta de los dorilocos en la CDMX.

Las saladas del Mini

La historia culinaria cuenta que la clásica banderilla es una salchicha bañada en masa espesa y frita en hirviente aceite a la que le dicen en algunos países “perrito de maíz”. Por qué conformarse con lo clásico si puedes escoger tu banderilla salada en estas 4 variedades: banderilla de salchicha de pavo, banderilla de queso, combinada o hawaiana.

Clásica con capeado clásico
Coreana: Cubierta con cuadritos de papa
Cruji: Cubierta con empanizado crujiente (panko)
Flammin’ Hot: Cubierta de fritura sabor picosito
Ramen: Cubierta con trozos de sopa instantánea

Lo mejor: No te caerían nada mal unas papitas a la francesa para acompañar tu banderilla, por eso agrégalas a tu orden por solo 10 varitos.

Las banderillas más fiu fiu ¡son las dulces!

Te vas a quedar con cara de pionono de vitrina con su carta de banderillas dulces, ¡además todas tienen la opción de que las conviertas en fritura cruji):

Kinder Delice: Pastelito de chocolate capeado y frito
Mamut: Galleta de malvavisco capeado y frito
Snickers: Barra de chocolate capeado y frito
Milky Way: Barra de chocolate capeado y frito
Bubulubu
Ate con queso: Ate de membrillo con trozos de queso gouda

La promesa de este establecimiento antojadizo es que pueden convertir tu antojo chocolatoso de azúcar en una banderilla, pero… tampoco pidas milagros, hay solo ciertos postres que en las Banderillas del Mini pueden insertar en un palito. Aquí va la lista de ejemplos: Nito, Pingüinos, paleta helada cubierta de chocolate, Mordisko.

Es muy importante que si deseas convertir tu antojo en garnacha banderilla ¡tienes que traerlo completamente congelado! Esto, como nos explicaron, es para que pueda soportar mejor la fritura.

Ahora que ya te empapaste del conocimiento de todas las opciones de banderillas que podrás disfrutar si te aventuras al corazón de la “Pensil”… te contamos que además ¡las salsas y toppings son ilimitados! Puedes terminar de decorar tu garnacha en palito con más de 20 salsas picositas y dulces: hay de Habanero y frutos rojos, mango-habanero, queso-jalapeño, las clásicas que son mayonesa, catsup y mostaza, mayonesa con chipotle, salsa BBQ, catsup, diversidad de salsas botaneras, lechera, mermelada y jarabe de chocolate.

No por nada Las Banderillas del Mini están por cumplir 7 años de satisfacer a los paladares chilangos más exigentes. ¿Sabías que “El Mini”, la mente maestra chilanga detrás de estas banderillas, comenzó con solo un puestecito de unos 4 metros cuadrados? Un pedacito de banqueta afuera de Metro San Joaquín que hoy no solo se ha extendido sobre la calle Lago Hielmar ¡sino en 4 sucursales más! Las filas valen la pena por su exquisitez y excelente servicio. Dicen que aunque llueva ¡la gente sigue formada pensando en qué deliciosa banderilla degustará!

Si crees que la garnacha es arte tienes que leer: ¿Garnacha u obra de arte? Las virales esculturas de masa frita.

¿Y a ti ya te dieron la banderilla?

Las Banderillas del Mini son tan queridas y frecuentadas –tanto por vecinos de la colonia Pensil como por foráneos curiosos– que muchas parejas vienen a darse el “sí” acompañado de una banderilla para terminar de romancear. Las parejitas se dicen “yo te compro tu banderilla” para intercambiar cariñitos en su historia de amor. ¿Tú le darías el sí? Piensa en qué sucursal te gustaría comenzar tu romance y sellarlo con un perrito de maíz.