En la CDMX tenemos varias opciones para echar el traguito coqueto con los amigos, pero dos de las más históricas son las cantinas y salones. Generalmente se encuentran en las colonias más viejitas, como el Centro, la Santa María y alrededores. Pero sus características son tan cautivadoras que se han expandido a otras colonias más modernas.

Los salones de la CDMX

Pero, ¿las cantinas y salones de la CDMX son lo mismo? Estéticamente lucen iguales, con acabados de madera, algunos detalles en vidrio y mesas cuadradas de juego —con portabebidas en los costados—. También suelen ofrecer comida sencilla, botana para acompañar las cervezas, música y en ocasiones espectáculos. Ambas proliferaron en el siglo XX, eso sí, su origen es muy diferente.

Siempre han existido lugares para beber, pero a partir de la llegada de los españoles surgieron nuevos formatos para el disfrute de la burguesía naciente. Primero las grandes casonas servían enormes bailes, después llegaron los tivolis, centros de reunión con baile, alcohol, música y espectáculos. También las quintas, los salones de baile y las cantinas españolas escondidas tras expendios de abarrotes.

Por su parte, los salones llegaron desde Estados Unidos. Estos bares son los que vemos en las películas del viejo oeste, aquí se ofrecían licores, cerveza, comida y hasta hospedaje para los viajeros. Su diseño era bastante rústico, todo en madera, algunos contaban con barras talladas como las cantinas.

El nombre de “salón” pronto fue asociado a estos lugares de diversión y así es como aparecieron los primeros en la CDMX.   

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Salón París

Un lugar de tradición en Santa María la Ribera es el Salón Paris. No lo decimos nosotros, lo dice la placa conmemorativa que recuerda cuando José Alfredo Jiménez comenzó su carrera. Sí, se dice que ahí inició la leyenda. Su historia comenzó en 1934 —aunque algunos vecinos aseguran que fue desde 1884—, así que por este lugar cantinero han pasado algunos de los artistas más importantes de México, políticos y algunas personalidades de alcurnia. 

Su ubicación original era frente al Kiosko Morisco, pero hace un par de años fue movido a media calle de ahí. La fachada ya no es una casona ecléctica con acabados en las ventanas y cenefas, sin embargo el interior continúa siendo cantinero: mesas cuadradas para jugar dominó, la enorme barra de madera del local original y, por supuesto, pinturas de la Torre Eiffel. Aquí puedes echarte una copa salir con la barriga llena, tienen un menú de antojitos y molcajetes que saciará tu apetito.

Dónde: Jaime Torres Bodet #151, colonia Santa María La Ribera

Cuándo: Lunes a Domingo 

Horario: 11 a 23 h

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Salón España

Detrás del Templo Mayor, en el antiguo barrio universitario, se encuentra un salón lleno de fotografías que recuerdan a los grandes toreros: el Salón España. Este lugar abrió en 1925, sus dueños fueron un grupo de españoles que llegaron a la ciudad durante el Porfiriato. De ahí agarró su peculiar estética, arquitectura e incluso algunas recetas que salían de la cocina, como el pulpo a la gallega.

Actualmente la familia Asencio se encuentra detrás de este histórico lugar, dándole un giro mexicano con carteles de la época del cine de oro y una impresionante carta de tequilas. Si lo tuyo son las palomas y caballitos, échale un ojo, aquí encontrarás más de 250 botellas diferentes para probar. También tienen los típicos tragos cantineros, antojitos y hasta mixiotes para picar mientras juegas cartas.

Dónde: Luis González Obregón #25, justo esquina con República de Argentina, colonia Centro Histórico

Cuándo: Lunes a Domingo 

Horario: 11 a 24 h

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Salón Florida

El sur oriente de la ciudad está representado con el Salón Florida, el mejor lugar —según varios usuarios de Google Maps— para comer cabrito en la ciudad. A diferencia del resto de salones, este es mucho más reciente, pero mantiene algunos detalles clásicos de las cantinas mexicanas, como las mesas cuadradas con un portabebidas en los costados. Excelente servicio.

Aquí los tragos clásicos enganchan a la clientela, pero lo que se dice que es imperdible es el cabrito. Además tienen algunos molcajetes, antojitos y hasta platos de embutidos para compartir. Los fines de semana hay música, así que incluso se presta para un festejo con toda la familia.

Dónde: Avenida Tláhuac #825, colonia Culhuacán

Cuándo: Lunes a Domingo 

Horario: 12 a 23 h

Salón Los Cuates

Si de comer sabroso se trata, el clásico Saloon Los Cuates en la Glorieta SCOP —en la Narvarte, pues— te respalda. Este lugar quedó atrapado en el tiempo y contrasta con las cervecerías artesanales, los bares y otros conceptos modernos que inundan la colonia. Aún así sigue siendo de los favoritos para echar el trago y las noches de viernes se llena de amigos y parejas que disfrutan su ambiente.

Lo que ofrecen es el combo comida buena —el jugo de carne y los chamorros están ¡uffa!—, bebidas clásicas y buenos precios. Eso sí, el ambiente es peculiar, es una cantina como de barrio, pero con sus toques fresones. Aquí vienen desde godínez, la muchachada de la colonia y varias parejitas en primera cita, pero te aseguramos que todo esto es parte de la magia del lugar.

Dónde: Dr. José María Vértiz #823, colonia Narvarte Oriente

Cuándo: Lunes a Domingo 

Horario: 12 a 23 h

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Salón Isabel

Para agarrar la fiesta con poco presupuesto, escuchar música de cantina —variadita, desde Juanga, hasta Willie Colón— y en una zona céntrica: lánzate al Salón Isabel. A una calle de Paseo de la Reforma se encuentra este lugar que también quedó suspendido en el tiempo. ¿Se acuerdan de Los Detectives Salvajes? Bueno, pues nos recuerda a los bares del libro. 

Como buena cantina, aquí te reciben con la botana del día y platos de palomitas para acompañar tus tragos. Además, tienen un menú con varios antojitos por si te quedas con hambre. 

Dónde: Maestro Antonio Caso #44, colonia Tabacalera

Cuándo: Lunes a Sábado

Horario: 12 a 2 h

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