Cuando Masaky Hiro comenzó la idea de fusionar la comida japonesa con la mexicana, su primer experimento se llamó ‘Japoxichan’. En su local vendía oniguiris y sopes, una combinación muy poco ortodoxa pero que ya daba una idea de a dónde llegaría en el futuro su idea. Fue hasta que la vida lo juntó con los hermanos Aranda, conocidos en el mundo de la música como los ‘Broducers’ —por producir y dirigir espectáculos musicales de artistas como Ximena Sariaña y Carla Morrison—, que el proyecto agarró un segundo aire, todavía mucho más ecléctico.
Aí fue como nació ‘Oni’, un lugar que bajo el concepto de ‘Don’t worry be japo’, tiene una de las cartas más interesantes, juguetonas y sabrosas de la Ciudad de México. Para que te des un quemón, aquí se vende un “sushi burrito”, que sería como una especie de rollo sin cortar y envuelto en papel, como te comerías un burrito tradicional del norte del país. Estos vienen acompañados de diferentes guarniciones, como papas a la francesa o verduras salteadas.
Para que te des un quemón, aquí se vende un “sushi burrito”, que sería como una especie de rollo sin cortar, envuelto en papel, como te comerías un burrito tradicional del norte del país. Vienen acompañados de diferentes guarniciones, como papas a la francesa o verduras salteadas.
“El burrito de tampico y el fish guacamole son de los consentidos. Al principio como que tiene un poco de recelo, porque mucha gente no le entra tan fácil a lo nuevo. Pero una vez que lo prueban, se enamoran y siempre vuelven. De hecho tenemos una clienta que viene desde Acolman: se echa unas tres horas de camino y lo mismo de regreso nada más para venir a visitarnos”, nos dice su jefe de cocina, alivianado y dicharachero.
“Otra de las cosas por las que la banda le duda al principio es porque cuando piensan en sushi, de inmediato les viene a la cabeza el pescado crudo. Pero aquí lo chido es la fusión de los sabores, hacemos que lo japo tenga un toque mexa para que no esté peleado con el paladar local. Casi todo lo que tenemos en nuestra carta es cocido, y mucho de lo que preparamos tiene arrachera, bistec y hasta pastor”.
Pero el orgullo de la casa y la joya de la corona de ‘Oni’ son las rice burgers, que ellos mismos definen como “hamburguesas libres de culpa”: en lugar de tener las clásicos bollos de pan de pan, están emparedadas entre dos tapas de arroz. “Claro que tenemos las hamburguesas para los carnívoros de corazón, pero también tenemos opciones para los vegetarianos, como la de portobello, que es una de las que más nos piden”. Además estas hamburguesas caen bien: a pesar de ser de porción generosa, al ser de arroz en un rato ya sientes que puedes pedir la revancha. La cocina de Oni fue la orgullosa creadora de esta ‘rice burger’, que además está en el top de los más pedidos.
Ahora bien, y esto es importante: ¡las salsas! Ya sea que se las pongas a tu burrito o a tu rice burger, lo ideal es que pruebes de todas, para que veas cuál es tu consentida. Hay una de cacahuate buenísima, otra de manzana con habanero y la que cierra la terna es una salsa macha que pasa por un proceso de “tatemado”, que le da un sabor a carboncito muy particular. Y si abusaste de ellas y te enchilaste, no te preocupes: el remedio perfecto es el agua de la casa, de tamarindo con jengibre.
Tampoco puedes perdonar un postrecito, en los que destacan los onigiris dulces: tienen uno de plátano con nutella y otro de frutos rojos que son el verdadero final feliz para esta aventura gastronómica. Aquí todo el mundo es bienvenido, es un lugar acogedor y cero pretencioso que se ha ganado a pulso el lugar que tiene como consentido de los habitantes de la Roma Norte.
¡Piérdele el miedo a lo diferente y come japo!
Coahuila 72, Roma, lun-sáb 13-21 h.