En Eat Like a Local hacen safaris gastronómicos para que los turistas no terminen con un sombrehrou comiendo burritos.
Hace algunos años, Rocío Vázquez Landeta visitó Estambul, Turquía, y tomó, muy ilusionada, un tour gastronómico que resultó una decepción. La llevaron a puros lugares chafas y tourist traps. Los mandó por un tubo y decidió explorar la escena culinaria por su propio pie. Terminó comiendo sándwiches de pescado debajo de un puente, amistando con los indigentes y enamorándose de una ciudad que se puede leer a varios niveles. Entonces se dio cuenta de que en su adorada CDMX hacía falta algo así, alguien que guiara a los viajeros por los lugares auténticos que los chilangos frecuentamos con gusto y a los que no sería tan fácil llegar sin la ayuda de un capitalino nivel ninja. Botó su chamba de oficina y creó Eat Like a Local.
Aunque estos paseos no están pensados para nosotros los chilangos, vale la pena tomarlos y descubrir nuevos rincones como si fuéramos turistas. Pero lo que está realmente espectacular es quitarte de broncas cuando te caen visitas de fuera, sobre todo del extranjero, y no sabes a dónde llevarlos para que queden encantados y tú no morirte de hueva. Porque seamos honestos: si tienes que volver a escuchar a la estudiantina del Café de Tacuba o al mariachi chafa del Museo del Tequila mientras tomas mar-gah-ree-tas, vas a explotar.
Hay tours para todos los gustos: desde uno de monchis y comida chatarra y atascada chilanga (onda dorilocos) hasta uno nocturno que, además de chupe y tacos, incluye bailongo. Puestos de mercado, changarros secretos y alta cocina van a dejar a tus turistas fascinados, con ganas de regresar y presumiendo que conocieron rincones chilangos que ni los chilangos mismos. ¡Yeah!
Para más información puedes consultar su página web eatlikealocal.com.mx
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