Un abogado, Luis Durán, y un diseñador gráfico, Gilberto Trejo, conjuntaron sus dos maneras distintas de pensar, una más estructurada y la otra más creativa, para encontrar el equilibrio necesario y surgiera Chetito, una taquería con un concepto diferente, que invita al disfrute del buen comer y beber.
Luis comenzó esta idea, a la que con amor define como “una taquería disfrazada de restaurante”, primero con una prima que ya no pudo seguir con él porque la vida la llevó a casarse y mudarse a Londres, pero entonces llegó Gilberto. Juntos lograron darle punch a este lugar, que es un must en la colonia Cuauhtémoc.
De Chetito con amor…
El amor que Durán y Trejo tienen por Chetito se nota en cada bocado que se da a sus tacos gourmet, que en realidad “son platillos que se ponen en una tortilla”. Además, ver a Luis y Guillermo unirse a su staff, que se transforma en hormiguitas guerreras para servir con precisión de reloj cada petición de los comensales es un deleite.
Aquí los dos socios tienen claro aquel refrán que reza: “Quien tiene tienda que la atienda…”. Durán, antes de que arranque la hora más concurrida en Chetito, se tomó un momento para recibir a Chilango y compartir este sueño que hoy es una realidad más que exitosa, lista para complacer hasta al paladar más exigente.
“En 2015 surge (Chetito) porque yo quería poner un lugar, un asador tradicional argentino, pero en el camino me di cuenta de que quería hacer algo mucho más creativo. Aquí tenemos un taco que mezcla un corte de carne, cebolla caramelizada y queso de cabra, en honor de aquel lugar”, contó Durán.
La historia de cómo surgió el primer taco del menú, el Chetito, fue por serendipity, cuando con una chef mezclaron carne, cebolla caramelizada y queso azul, que eran en realidad para hacer pizza; al ponerlo en una tortilla el match “fue espectacular”, y lo sigue siendo, esta creación es una de las imperdibles cuando se visite el lugar.
Un menú con estrella
La idea principal de Luis era darle un twist a la gran oferta que hay de tacos en Chilangolandia, como se pudo constatar en Tacos Tacos, el Taco Chilango de la CDMX y este 31 de marzo en el Día del Taco. Durán quiso montar “una taquería disfrazada de restaurante, que tuviera la misma cercanía con la comida de comer con la manos”.
La distinción que lograron Luis y Guillermo fue transmitir la idea de “traer todo lo que comí en mi casa. Mi abuela y mi mamá son súper cocineras, quería poner todo eso en la mesa, sin que resultara algo sofisticado. Cuidamos desde la tortilla, el maíz, ingredientes y el aderezo que lleva cada taco, ese es el twist”.
Un ejemplo de ese darle la vuelta a las cosa está en el Taco Jones, que es de atún crudo, cebolla dulce, salsa macha, mayo-chipotle no picante y aguacate, invención que le ayudó a Durán a probar su teoría de que “todo cabe en una tortilla si lo combinas bien”.
La “explosión de sabores” en la boca es casi mágica, se contagia lo mismo la nostalgia de Luis y Trejo de por cómo inició su aventura culinaria, con los recuerdos propios del comensal, de momentos en alguna playa, al calor de una buena compañía y simplemente con ganas de abrazar la dolce vita.
Pero no es la única propuesta, el menú es largo, alrededor de 18 tacos, cada uno cuenta una historia llena de pasión. Chilango recomienda como top también el Taco Loco Chávez, de chile pasilla relleno de arrachera, salsa de quesos, cebolla caramelizada y salsa macha.
No hay que irse sin probar el Taco Rosita de camarón adobado a las brasas, cebolla blanca y piña; el Taco Morita con hoja santa rellena de chistorra, puré de papa, quesillo, perejil frito y salsa macha. Y para rematar el Taco Yiya, de camarón empanizado, aderezo de chile morita, cebolla encurtida, mayonesa y aguacate.
“Considero a cada taco como un platillo, se tardan un poquito por eso mismo porque todo se hace al momento. No tenemos nada preparado para cucharear y servir en la tortilla, al momento en que entra la comanda se tiene todo proporcionado y se arma en ese instante el taco”, reveló Durán.
El maridaje perfecto
Si se está en un restaurante de tacos lo más natural es contar con las bebidas ideales para maridarlos, en Chetito la opción es combinar los sabores de la carne, vegetales, pescados y mariscos con drinks frescos, que en su gran mayoría están planeados con diversos jugos y son muy frescos.
“Aquí hay otro tipo de bebidas y otro tipo de todo (risas). La bebida lo que ayuda es, más allá de refrescar y digerir la comida, a limpiar el paladar y seguir disfrutando del siguiente bocado. Las bebidas son refrescantes. ¡Las Margaritas y el Tinto de Verano cómo se venden aquí! Son para refrescar”, contó Luis.
No te puedes perder también el favorito de este medio, el Mezcalero: mezcal verde amarás, hierbabuena, limón verde, toronja y ginger ale. Otro imperdible es el Jules, que es súper fresco, con aperol, gin bombay, jugo de toronja, romero ahumado y agua tónica.
En una constante evolución, aunque la conjunción de ingredientes parece imperfecta, termina siendo perfecta para disfrutar de sabores, olores y colores que harán disfrutar de cada bocado de un taco —con mayúsculas— gourmet, pero nada pretencioso, más bien delicioso, que te hará querer regresar por más.
Consejo Chilango: ¡Prueba el taco antes de ponerle limón o más salsa! Prometemos que son ideales tal cual los presentan en la mesa alguno de los integrantes del staff que, con su mejor sonrisa y amabilidad, hacen más satisfactoria la experiencia que ¡al chile si está chida!
Dónde: Río Danubio 104, Cuauhtémoc.
Horarios: miércoles a sábado 13:15 – 22:00 horas / domingo: 13:00 – 19:45 horas.
Costo promedio: $320.
IG: chetitomx
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