Era sábado. Corría el mes de marzo de 1983, cuando un joven emprendedor de 18 años (Toño) decidió vender guisos mexicanos en la esquina de su casa. Estos guisos eran preparados por su madre, por su abuela y por Aurora, fiel ayudante de la familia.
Toño empezó su negocio de comida con las herramientas básicas: un anafre, carbón, aceite, una lona, un foco y aproximadamente $1,000 de presupuesto; lo que inició como un negocio de antojitos mexicanos callejeros empezó a tener mucho éxito entre la gente. Eran tales las multitudes que se aglomeraban en la calle que la delegación le prohibió seguir con el negocio.
Pero esto no detuvo a Toño, pues decidió continuar su negocio en el zaguán de su casa, que estaba a tan sólo unos metros del antiguo puesto.
Su popularidad en la colonia Clavería fue en ascenso. Al formalizarse un poco más el puesto, Toño tuvo que tomar una decisión muy importante: ¿seguir o no con su carrera de derecho? Sin el consentimiento de sus papás, Toño se dio de baja en la universidad y continuó de lleno con su restaurante de antojitos mexicanos.
A su nuevo restaurante lo llamó “Las 2 Poblanas”, en honor a su madre y a su abuela; después de un tiempo, el negocio siguió creciendo y Toño decidió comprarle la casa a su papá y hacer el restaurante más grande.
Gracias a la sugerencia de uno de sus clientes, quien también era comerciante, le cambio el nombre al lugar por “La Casa de Toño”.
En este lugar siempre ha habido una gran variedad de platillos mexicanos, como quesadillas de cochinita, chicharrón, flor de calabaza, flautas, tacos, tostadas, sopes. Sin duda alguna, la especialidad de esta casa son los pozoles que pueden prepararse con maciza, pollo, surtido, vegetariano y cabeza. Para el postre, “el flan de la abuela”, receta de la abuela del fundador.
Una de las ventajas de La Casa de Toño es que aparte de tener diez diferentes sucursales, dos de estas (Narvarte y Zona Rosa) están abiertas las 24 horas, los 365 días del año. Son perfectas para disfrutar de los antojitos mexicanos en cualquier momento sin gastar mucho.
Actualmente, a sus 43 años, Toño ha sabido expandirse por el Distrito Federal. ¿Qué sigue? Más adelante, toda la republica.