¡Justo en la nostalgia! Comidas que saben a hogar en el comedor Pachuca

Hay lugares que te hacen sentir en casa, con un ambiente tan entrañable que te adoptan como un viejo conocido y el comedor Pachuca, en la Santa María la Ribera, es así: un lugar que ha hecho de sus…

Hay lugares que te hacen sentir en casa, con un ambiente tan entrañable que te adoptan como un viejo conocido y el comedor Pachuca, en la Santa María la Ribera, es así: un lugar que ha hecho de sus comensales una familia y que apapacha con sustanciosos platos de comida.

Se dice fácil, pero la realidad es que lograrlo durante casi 100 años requiere constancia, dedicación y, por supuesto, buena sazón. 

Los vecinos de la colonia lo ubican perfectamente, aquí venden unos tacos dorados de barbacoa que reviven a cualquiera. Van calados, van garantizados. Además hay  tortas, guisados varios y comida corrida para salir con la barriga llena.

Su fachada también lo hace único. El ventanal tiene un enorme rótulo pintado a mano —de los que ya casi no hay— que dice “Pachuca”, mientras que los colores pastelosos contrastan con el resto de la calle y dan la bienvenida a sus comensales.

comedor Pachuca Santa Maria la ribera

Bienvenidos a Pachuca, en Santa María la Ribera

El comedor Pachuca ha visto crecer o, mejor dicho, evolucionar a la colonia. Abrió sus puertas en 1927, cuando la Santa María se estaba consolidando como un barrio popular, eso sí, con mucha personalidad debido a sus impresionantes casonas y al recién colocado Kiosko Morisco. Como su nombre lo dice, la tradición es pachuqueña, Alfredo Sánchez —el actual dueño— es la cuarta generación al frente de este comedor.

comedor Pachuca

Agustina, la abuelita de Alfredo, junto con una de sus tías abrieron este espacio para vender antojitos como tacos dorados, tostadas y sopes. Recién habían llegado a la ciudad desde “la bella airosa” y encontraron un pequeño lugar para iniciar el negocio. Con la redistribución de la colonia tuvieron que mudarse, quedando finalmente en un amplio local que perteneció a un salón de belleza ochentero. ¡Imposible no darse cuenta! Detalles como el tapanco o el espejo del fondo los delatan.

Poco a poco las paredes azulcrema se fueron llenando de calendarios que el comedor Pachuca regalaba a sus clientes recurrentes, también de anuncios de platillos de temporada y fotografías de sus clientes. ¡Sí! Aquí los famosos son las familias de la colonia y los godínez de la zona que frecuentan el comedor, varios de ellos desde hace más de 50 años —y ahora, nos platica Alfredo, hasta traen a sus hijos—. La neta un gesto de enorme corazón hacia sus clientela. 

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Tacos de tortilla cuadrada y flautas

Con el paso del tiempo fueron agregando nuevos platillos a su menú. Las comidas corridas son las más socorridas por trabajadores y mamás que llevan a sus hijos después de la escuela. También hay enchiladas, milanesas, en temporada preparan chiles en nogada, los fines de semana la sanadora pancita y regularmente los tacos de guisado de tortilla cuadrada. 

Estas peculiares tortillas cuadradas son otro de los sellos indiscutibles del comedor Pachuca y van rebozadas de tinga, frijolitos, rajas con crema, arroz, mole y otros sabrosos guisados. Si quieres tacos dorados, la barbacha nunca falla, acompáñalos de guacamole, queso, salsa verde picosita y ¡ámonos recio! También hay de papa, pollo y frijoles refritos. Si las tortugas son lo tuyo, échale un ojo a sus variedades, estas son hechas a la plancha para que salgan doraditas.

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Entonces, ¿vamos a Pachuca?

¡Ay, el comedor Pachuca! Quizás pareciera un restaurante como muchos, pero aquí el sabor es lo que lo distingue. Una comida sencilla, casera, de esas que te recuerdan los domingos en la casa de la abuela.

Mesas cuadradas con familias, mochilas bajo las sillas ocupadas por niños, servicio cálido. Todo en un curioso lugar suspendido en el tiempo. Sólo le falta una vitrina con recuerditos para sentirse como un hogar.

Entonces, ¿se arma una visita? El comedor Pachuca abre todos los días, excepto el jueves, y están listos para recibirte desde las 10:00 con sabrosos desayunos. A la hora de la comida se suele llenar bastante, pero las mesas van rotando con rapidez.

Nuestra recomendación es venir con tiempo. Siéntate en un rinconcito a disfrutar de tu comida, Pachuca es eso: una comida despacito, con calma, como antes.

Dónde: Santa María la Ribera #91 A, colonia Santa María la Ribera 

Cuándo: Viernes a Miércoles (o sea, el jueves está cerrado)

Horario: 10:00 a 18 h

Precio: Menús desde $70 pesos por persona

No te vayas sin antes echarle un ojito a: Pozolería San Sebastián, platos bien servidos que resisten en el Pueblo de Xoco

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