Soul llega a la Roma para presentarnos la definición gráfica de food porn. Entre hamburguesas y jochos, el menú del chef Roberto de la Parra cumple las fantasías de todo aquél que disfrute la culpa de una comida grasosa y atascasda.
Aterrizamos ahí con un único propósito: devorar una Sauber. En lo que la cocina trabajaba su magia, nos dimos un Ginger Soul: cóctel de vino blanco, refresco de limón y nieve de jengibre. Como era de esperarse, es una joya.
La ambientación musical a cargo de Alt-J y Glass Animals hicieron la espera un poco más soportable. Y es que con qué argumento le pides paciencia a tu cerebro cuando estás a unos minutos de disfrutar una hamburguesa bañada en fondue.
Presencias el show en primera fila. Ahí mismo en tu mesa, el chef voltea una cazuela de emmental y gruyere sobre una patty*. ¿El toque final? Pedazos crujientes de tocino de pato. Aunque a la carne le falte un poco de punch, la combinación de sabores + el toque dulce del pan, hacen de ésta una maravilla.
*Patty= carne de la hamburguesa en lenguaje mamón.
Un consejo: llega con hambre. Al final te espera un BNB: brownie caliente con Nutella, tocino y helado de vainilla. Ponlo al centro –si no quieres un coma diabético- y acompáñalo con un vino caliente –o sea, literal es vino caliente-.
Si no comes carne —¿por qué te harías eso a ti mismo?—, hay un par de opciones vegetarianas bastante llamativas, como una hamburguesa de plátano macho y quinoa y una de portobello.
Todo está muy bien en Soul la Roma —incluido el mal del marrano—. Date una vuelta.
Tabasco 101, Roma
lun-jue 13-23 h, vie-sáb 13-00 h, dom 13-21 h
7155 1299
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