En México, a pesar de la inmensa influencia española, hay pocos lugares para comer una buena Fabada en candente plato de barro donde nadan en un espeso caldillo los suculentos «fabes». Muchos tienden a confundirlos con alubias, unos frijolitos blancos que distan mucho en sabor y textura. Este profundo y denso caldo se acompaña invariablemente de un trozo de morcilla, otro de chorizo y pedazos de «lacón» un primo español del tocino que no está ahumado. Aunque claro, eso ya es mucho pedir. Basta con que sean fabes.
1. Puerta de Castilla
La fabada, aunque asturiana, en el Grupo Castellano se hace con fabes de granja. Lo bueno de recomendar un lugar de este grupo restaurantero, es que la calidad es constante y repetida en todas sus sucursales.
2. Centro Asturiano
Zona de expertos. Este es el club social de la comunidad asturiana en México y por supuesto, catedral de la fabada. El enorme salón impone, el servicio es pronto y expedito. Aquí se puede venir aprobar la rica fabada, la auténtica con total discreción y anonimato. A saber del comensal, la fabada es un plato completo y único. Mejor pedir únicamente eso y un buen vino tinto.
3. Covandonga
Bar y restaurante de intelectuales y creativos con ondita. Los que saben, pedirán su plato de fabes y comerán la copiosa porción con discreción y calma. Este plato, se pone al tu por tu con el del Centro Asturiano.
4. Guría Roma
No importa que sea un lugar de comida vasca tradicional. La fabada ha identificado a España y los españoles por mucho tiempo. Es uno de esos platos que logra trascender aún, entre los pueblos no tan unificados de España.