El chachachá es un baile de origen cubano inspirado en el mambo, pero para los chilangos, es el nuevo lugar de la ciudad del que todos hablan. Con una vista única al Monumento a la Revolución, este botanero tropical -que le llaman- combina música, tragos y una juguetona carta de acento mexicano.
Para llegar al lugar, hay que adentrarse en una imponente edificación de por lo menos ocho décadas de vida, y subir seis pisos. La estética del espacio estuvo a cargo de Vertebral -también diseñaron Toledo Rooftop y Casa Quimera– y la imagen gráfica, fue patrocinada por Mero Mole. Amarás esas coloridas ilustraciones de fruta que le rinden tributo a los puestos callejeros.
Y ya que abordamos la comida de calle, es un buen momento para hablar de su carta. Fue diseñada por el chef Guillermo Tinoco y es ejecutada por Adrián Gasca -quien pasó por los fogones de Dulce Patria-. El menú es corto, pero cubre buena parte de antojitos mexicanos. Hay tacos, flautas y tostadas, por mencionar algunos ejemplos, pero el chicharrón del parque es uno de sus imperdibles. Imagina un chicharrón de harina cubierto con crema, atún fresco, col, aguacate y salsa de la casa. Es como una botana de carrito, pero en una versión más nice.
Si Tláloc se porta bien, el aguachile negro con recado negro se encargará de refrescar tu paladar. Ya que si quieres algo más untuoso -y sabroso-, los túetanos “a hueso” son otra de las recomendaciones. Aunque te veas tentado a tomarle foto, es mejor mover rápidamente el tenedor y arropar el contenido en una tortilla y salsa borracha o martajada, tu eliges.
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Ya pasando a los fuertes, el chamorro y el rib-eye son de los platos que desfilan más por el salón de Terraza ChaChaChá. El segundo tiene alma de cantina, pues llega a la mesa en una plancha caliente con tortillas recién salidas del comal. Va glaseado en salsa de ajo tatemado y lo acompañan algunas cebollitas confitadas. Postres hay pocos, pero vale la pena dejar ese huequito para un helado de queso cotija o el goloso monumento al chocolate que es mejor compartir.
La carta de bebidas es notable, pues su extensión rebasa la de los alimentos. En caso de que estés pensando que es un buen lugar para ir a beber, en efecto, lo es. Puedes pedir desde un típico cantarito mexicano, pasando por un negroni o un gin tonic. Los destilados no se hacen esperar y encuentras desde ron, tequila, whisky, vodka y por supuesto, mezcal.
Mientras bebes un coctel o muerdes un taquito, escucharás rolitas de artistas como Caloncho, Natalia Lafourcade o algo más sabrosón, pero bien pensado. Todo depende del día y la hora que los visites, pues como cabaretera, Terraza ChaChaChá se pone lentejuelas, incrementa su volumen musical y la fiesta comienza, pero esa, es otra historia.
Cáele a Terraza ChachaChá
Dónde: Avenida de la República 157, piso 6, Tabacalera
Cuándo: mar-sáb 13-1:30 h
Costo: $450