A veces los chilangos nos las damos de los más creativos de la República Mexicana, pero hay ocasiones en las que nuestros cuates de provincia nos ponen un estate quieto y no nos queda otro remedio más que quitarnos el sombrero ante ellos. Prueba de ello son los Burritos Reveles, que tienen un menú muy particular.
Platicamos con Javier Reveles, quien nos explicó por qué es que decidieron hacer una carta tan cotorra en este puesto de Gómez Palacio, Durango.
¿De dónde surgió la idea de ponerles estos nombres tan juguetones?
Hay que darle el crédito a la gente, así les empezaron a llamar vox populi nuestros visitantes. Los clientes venían por un burrito que fuera muy picoso para bajarse la borrachera, por eso es que lo que más se vendía era el burro de chicharrón prensado con habanero, y por eso le decían macho, porque picaba mucho. Pero luego ya se pensó en un chicharrón que picara menos y curiosamente fue el que pegó más, y ese es el chicharrón gay. Luego ya de ahí se derivó el chicharrón travesti, que tiene queso y pica todavía menos, y el chicharrón que ya no lleva chile y que lleva frijoles, que es el niña.
Dicen mis amigos que son travestis que eso no es cierto, porque aunque no lo parezca, los travestis sí pican, que ese es puro prejuicio…
Pues a lo mejor sí, ¿verdad? Digo, no me consta, los nombres nada más son jugando, pero tienes razón, uno nunca sabe, bien dicen por ahí que las apariencias engañan y uno se puede llevar sorpresas…
Hasta donde sé, estos son burros para trasnochados. Al tener este horario, ¿recuerdas a algún borrachales o malacopa que te haya tocado atender?
Uy pues hay muchos, como los que llegan y comen un montón y luego salen con que no traen dinero y que ya no quieren pagar. También me acuerdo mucho de uno de Monterrey que se creía muy salsa, que pidió el burro con habanero que porque muy valiente y a la segunda mordida ya lo andaba escupiendo.
¿Cuáles son sus horarios?
Estamos hasta las cuatro de la mañana los viernes y sábados, para la gente que viene saliendo de la fiesta, aquí los atendemos. Estamos en Gómez Palacio Durango en el Boulevard Alemán esquina con Yucatán. Para los que quieran su burro picoso o también para los que les gusta que pique menos, aquí estamos.
Así que ya saben chilangos, la próxima vez que anden de visita por la Comarca Lagunera, vayan a los Burritos Reveles y échense un gay, un travesti o un macho y nos cuentan si pican tanto como presumen.
También lee:
¿Cómo será el futuro de Star Wars sin Carrie Fisher?