Las Muñecas: taquería nocturna, de puras morras y tacos enormes

Si de muñecas se trata, en México hay bastante material. Tenemos a la muñeca fea de Crí-Crí, al que se lava la carita y hasta al famosísimo Súper Muñeco; pero en las más guerreras están en Taquería Las Muñecas, donde todos somos muñecxs, ya bien entrada la noche, entre suadero, longaniza y salsas poderosas.

“Son 150, muñeca”, me dijo el chico de la caja cuando pedí mis tacos (el clásico de la casa: de suadero con queso y otro de longaniza con queso, ambos en tortillas de harina) y agua de jamaica. Pasé a la mesa y una amable señora (con cubrebocas, como todo el personal) me gritó desde la vitrina: “¡Muñeca, Sasha!”, para anunciar que mi orden estaba lista.

Así una se anima más a comer tacos muñequitos. Primero probé el clásico de suadero con queso en tortillas de harina. ¡Qué chulada de taco! La tortilla no se rompe, soporta el peso (que no es poco) del jugoso suadero, aún más sedoso mezclado con el queso gratinado y los frijoles. Una mordida al taco, con salsa verde y una a los pepinos, rábanos y pápalos para no enchilarme tanto. No se trata de una gringa ni de una quesadilla; así son los tacos en Taquería Las Muñecas: en tortilla de harina y bien servidos.

“Mi mamá todo lo cocinaba en olla exprés —me contó Tere Hernández, hija de la fundadora, doña María, y actual encargada del changarro—. El suadero se prepara como ella nos enseñó: en su propia grasa y con el jugo de la misma carne. La receta es única porque es la que un cliente le compartió para preparar carnitas, pero ella la utilizó para el suadero. Tiene una mezcla de condimentos, canela, clavo y hierbas de olor”.

La muñeca de los tacos

Mal hablada, alburera y muy trabajadora: así es como describen sus hijos a doña María de Jesús Hernández, fundadora de Taquería Las Muñecas.

“Empezó vendiendo gorditas, tostadas y quesadillas en 1985 —recuerda Tere—. Siempre con su estilo de vender la comida en porciones grandes para que en vez de pedir cinco tacos, la gente se comiera uno bien servido. Era muy pelada y llevada. Por eso le caía bien a la gente”.

Los tacos comenzaron a prepararse (primero en tortilla de maíz) hasta 1990, cuando un cliente que amaba el sazón de doña María le dejó una bolsa con longaniza y bistec para que con eso se armara unos taquitos. Comprometida por los ingredientes que le había dejado, doña María de Jesús pensó en una receta para marinar el bisteces y se dio cuenta de que hacer tacos era más práctico. A partir de ese día no hubo vuelta atrás: el puesto de garnachas se convirtió en taquería.

Cinco años más tarde, gracias a un grupo de clientes a los que doña María llamaba “muñecos” –y viceversa–, otros clientes comenzaron a llamar a doña María “la muñeca”. Ahí surgió el nombre de la taquería y también la manera en la que las muñecas taqueras llaman a lxs muñecxs clientes.

Contrario a la costumbre, esta taquería nocturna ha sido atendida por mujeres desde sus inicios. No solo porque la fundadora fue mujer, sino porque ella empleó a puras mujeres y desde entonces se ha mantenido así. Taquería Las Muñecas va contra lo establecido y valida que las mujeres también pueden ser leyendas taqueras y que también taqueamos con ganas y a altas horas de la madrugada.

Taqueras al mando

Doña María de Jesús nunca tuvo miedo de vender comida por las noches. Siendo esposa de un vigilante nocturno, era común que saliera cuando él se iba a cubrir la jornada. Y así se ha mantenido la costumbre en Las Muñecas, con mujeres taqueras (como Flor, en la foto) que pasan las noches frente a la plancha asando los tacos mientras Tere, la hermana mayor de los Hernández, está al mando desde las diez de la noche hasta el cierre para mantener el legado nocturno.

Suadero en tortilla de harina

¿Y de dónde salieron las tortillas de harina? Doña María era originaria de Monterrey, de ahí su gusto adquirido por las tortillas de harina que además le parecían una buena opción para ofrecerle sincronizadas a los niños que cenaban en la taquería.

¡Tenemos pápalo (y salsas matonas)!

En la barra donde entregan los tacos, una cartulina rosa fosforescente anuncia que hay pápalo. Detrás de ella se ven los rábanos, los pepinos, los chiles en escabeche y un par de salsas que pican como buen dúo de taquería. La primera roja, picante pero amable con los que no comen poco picante; y la segunda verde, de habanero, muy picosa, adictiva y con trozos de aguacate. Y por último: un platón de frijoles refritos (que se vendieron desde siempre en Las Muñecas).

“La salsa verde no siempre fue tan picosa, fue hasta que una vecina le trajo a mi mamá un costalito de chiles habaneros con los que no sabía qué hacer; fue así que comenzó a ponerle habaneros a la salsa verde. —dice Tere—. Como parecía una salsa verde “normal”, la gente le ponía mucha a los tacos y a veces lloraban o hacían apuestas para ver quién la aguantaba. Gustó tanto que se quedó para siempre”.

¿El precio está en dólares?

Eso le pregunté a los hijos de doña María. Me contaron que a su mami siempre le gustó bromear con eso; que cuando le preguntaban cuánto le debían, ella respondía: “Me debes 50 dólares porque estoy en la frontera”. Tenía razón, Taquería Las Muñecas está en la frontera de Avenida Toltecas y la colonia Santo Domingo.

Taquería Las Muñecas en la pandemia

Tere, la mayor de lxs hijos de doña María, está al mando del negocio y cuenta que la pandemia los dejó con la mitad de personal; a pesar de que implementaron el servicio a domicilio. “Ojalá que lleguen muchos clientes pronto —dice—. Estamos todas las noches; nuestros tacos son buenos tacos, tacos de calidad. Están hechos con buena carne y los servimos bien llenitos. Se preparan con la regla de mi mamá: ‘¡como si nos los fuéramos a comer nosotros'”.

Taquería Las Muñecas

Dónde: Toltecas, Manzana 58, lote 3, Pedregal de Santo Domingo, Coyoacán
Horarios: lun-jue: 18-06 h, vie: 18-07 h, sáb: 17-07 h, dom: 17-05 h
Contacto y servicio a domicilio: 6823 9356 o su página de Facebook
Cuánto: $ (hasta $200), aceptan pago en efectivo y con tarjetas de crédito y débito