La del restaurante Sir Winston Churchill’s es una historia de amor entre el empresario mexicano Rey Fernández Ruiz y la inglesa Jane Pearson. Sir Winston Churchill’s es la representación del orden y la perfección europeos, combinados con la hospitalidad mexicana. Y su menú, una mezcla de la cocina tradicional británica y la sazón mexicana.
El lugar está ubicado en una hermosa mansión estilo Tudor inglés. Su decoración exterior es maravillosa: una puerta de arco recibe a los comensales, también lo hacen hermosos vitrales, techos de teja y un amplio jardín con cientos de rosas y una fuente al centro. Una vez dentro encuentran elegancia: paredes con madera de caoba, enormes y sedosas cortinas, alfombras y detalles en cobre. Tiene dos salones: el Rojo con música de Piano y el Isabelino.
El recibimiento de los meseros es cordial e impecable. Su uniforme no es la típica camisa blanca y el pantalón oscuro, sino una elegante casaca roja, parecida a la de un soldado británico. En cuestión de minutos sientes como si te hubieras transportado a la Inglaterra del siglo XVI.
Una vez en la mesa y con carta en mano, elegimos una de las consentidas: la sopa de lentejas, espesita y con trocitos de jamón. Como segundo plato, una de las especialidades de la casa: los roast beef, horneados y servidos con yorkshire pudding (una especie de pastel con un hueco en su interior) y salsa de raíz fuerte (condimento picante y caliente hecho con una planta de la familia de la mostaza).
Hay tres roast beef, los identificas según su tamaño como: Churchill, Randolph (el primer hijo del ministro inglés) y Clementine (esposa de Churchill); grande, mediano y pequeño, respectivamente.
Para cerrar la visita: alguno de sus pasteles. La elección fue complicada: el mesero llegó con un carrito con más de 12 trozos dulces. El strudel de manzana fue el ganador. Lo sirven calientito, con muchos trozos de fruta en el interior y una bola de helado de vainilla. El aire inglés de este lugar nos impulsó a pedir una taza de té.
Sir Winston Churchill’s abre de lunes a sábado (13:00 a 01:00 horas). El costo por persona va de $900 a $1,000; sin embargo, vale la pena la inversión y la experiencia de comer en uno de los referentes de la cocina británica en el DF.