Voraz es la gastrocantina de moda que, aunque abrió apenas en julio, ya es uno de los hot spots de CDMX. Sí, suena a cliché pero en esta ocasión es real, prueba de esto es que ya ampliaron su horario desde la hora de la comida ―cuando inauguraron solo contemplaban la hora de la cena y el trago― y que en sus primeras semanas estuvieron Carín León y Natanael Cano entre sus comensales.

La cocina de Voraz está a cargo del chef Emiliano Padilla, quien tiene trayectoria internacional en restaurantes con estrellas Michelin como The Breslin (NY), Fäviken (Suecia), Ryugin (Tokio) y Noma (Copenhague). En el menú, inspirado en la comida mexicana, destacan el churro salado, con chaya, salsa de queso cotija añejo y polvo de chile chilhuacle ($105); la ensalada de machaca, con lechuga francesa, aderezo de aguacate, yema curada, aire de queso cotija y machaca de res tostada ($235); y el taco planchado, en tortilla de maíz, relleno de barriga de cerdo confitado 8 horas ($90). 

Uno de los platos que más enorgullece al chef es el pescado negro ($485), así que tampoco te lo puedes perder. Para compartir, una gran alternativa es el pollo pibil ($550), acompañado de ensalada de romeritos y para preparar en tacos. 

Voraz, propuesta feroz en una casa histórica

El restaurante Voraz está ubicado en la casa de la Roma Sur en la que durante 60 años estuvo el taller mecánico Servicio Becerra. Se ha buscado intervenir el lugar lo menos posible, así que seguramente te toparás con parte del mobiliario que ya estaba, al que se le da un nuevo uso y significado en este lugar que mezcla lo desenfadado con lo gourmet.

Al entrar, te recomendamos hacer una parada en la barra, donde la propuesta de Norman Pérez, socio de Padilla, seguro te interesará. Además de la carta de vinos, cerveza artesanal o comercial, la propuesta de mezcales y la coctelería son imperdibles. Hay drinks clásicos, pero te recomendamos probar los de la casa, como el Maíz Old Fashioned, con whisky prieto, palomitas, elote y aire de olote ($250), que te dejará un toque muy mexicano al retrogusto. 

Puedes acompañar los tragos con alitas brutas, cuyo chile morita y aceite de ajo confitado las hacen muy picantes ($215); o macadamias, favoritas del chef, con chapulines ($105). Si lo que quieres es cenar más en forma, siéntate en el salón, que comparte espacio con la cocina abierta de la gastrocantina. 

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Hip hop y chile del que pica

Además de chef, Emiliano Padilla hace música (lo puedes escuchar como N4NO), labor creativa que le devolvió las ganas de cocinar después de terminar quemado tras su labor en restaurantes internacionales. 

“Para mí, que soy norteño ―ahí le echamos un chingo de especies, comino y chiltepín, es como muy ácido, muy picante todo―, la comida más buena del mundo, buena es de India, Tailandia, Vietnam, Corea; o sea cosas que piquen y que sepan un chingo”, reveló el chef en entrevista con Chilango durante nuestra visita previo al lanzamiento de nuestro especial de gentrificación.

“En México, qué hueva que no pique y qué hueva que no sea mexicano. Entonces un poco sí es cargar la bandera cueste lo que cueste”, nos dijo el también músico, quien vaya que sabe lo que quiere. Prueba de esto es que el nombre de Voraz lo tiene en mente desde hace más de una década. Aunque la pandemia retrasó los planes de la creación del lugar, ahora la gastrocantina es un hecho y es uno de los lugares de CDMX favoritos para ver y ser visto.