Las enormes representaciones de lxs dioses aztecas, como la Coatlicue, la “madre de los dioses”, nos hablan que desde la época prehispánica teníamos una gran inclinación por lo monumental. Mismo caso sucede en la cocina, uno de los vínculos sociales más fuertes que tenemos, por ello, compartir amerita tener platillos de dimensiones generosas.
La chilangolandia del siglo XXI está presentando un exceso de la hormona del crecimiento en todo aspecto. La extensión de la mancha urbana hizo que el Estado de México ya sea un simbionte de la ciudad. Al sur tenemos un rascacielos, poco necesario, que parece Torre de Sauron. Un Niño Jesús gigante visita Iztapalapa cada que hacen feria del tamal, y este año se preparó la torta más grande del mundo en la alcaldía Venustiano Carranza, con una longitud de 76 metros. Chilangx ver cosas gigantes, chilangx ser feliz.
Prepárate para ver una torta del tamaño de tu cabeza y devora con quien más quieras. Nuestra manía por lo gigante nos ha orillado a la hermosa necesidad de compartirlo todo.
La cubana gigante de las Muertortas
Ruletear en la Ciudad de México es conocer sus sabores de esquina, conocer a los verdaderos chefs sin título que comparten sus peculiares creaciones que nacen a partir de la necesidad de subsistir y sobresalir ante la competencia callejera.
Desde los años 1980, Las Muertortas es un punto de tradicionales comilonas visitado por taxistas de bocho amarillo, verde y los rosas contemporáneos, que al manejar todo el día, necesitan recargar el tanque con una buena tortuga y un chesco. A fin de cuentas, si se trata de comida callejera, un ruletero sabe más que un crítico culinario de cuello alzado.
El templo tortero ubicado sobre Acoxpa casi esquina con Miramontes es un puesto de lámina con un rótulo que aunque sencillo, se ha vuelto todo un ícono: un dibujo hecho a mano alzada de un chef sosteniendo una torta del tamaño de su cabeza, despintado por la grasa, la salsa y las lluvias.
Los comensales dan tremendos mordidones en una pequeña barra donde apenas y caben las tortas de 1.2 kilos. “¿Con rajas o chipotle, joven?”, es parte del guion del tortero cuando está por terminar tu platillo, que al recibirlo por una ventanita circular, comprendes la importancia que tienen estos changarros para economizar el día a día. Con 90 varos se sacian dos personas que van a compartir un universo de milanesa, pierna, salchicha, jamón, queso blanco y queso amarillo.
Si bien, la primera Torta Cubana se preparó en La Casa del Pavo de la calle Motolinía a petición de Fidel Castro en los años 1950, con pechuga de pavo, jamón y queso; la receta se ha diversificado con diferentes ingredientes, incluso adquiriendo nuevos conceptos, como el que le dio Tortas Don Polo para simbolizar la Crisis de los Misiles de Cuba, agregando pierna de pavo para representar la complexión cubana y queso americano, por los gringos.
Hoy en día hay incalculables recetas de esta torta, pero una de cajón es la que prepara el local de Las Muertortas. Lleva acompañante, en serio son gigantes.
DÓNDE COMERLO…
MUERTORTAS
Acoxpa esquina con Miramontes, Coapa.
Lun-dom: abierto las 24 horas
Torta cubana: $90
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