Torta: la caprichosa de Iztapasalsa

Este es un recorrido por la historia de la torta, amable compañera de las jornadas laborales de tantas personas en esta ciudad.

Desde la época prehispánica, Iztapalapa y sus ocho barrios han resistido a un fenómeno que los ha mantenido distantes de la Ciudad de México: la centralización. Este término, que se refiere a pensar que todo sucede en las colonias céntricas de la urbe, ha hecho que los barrios de periferia se queden sin opciones culturales, gastronómicas y de comunicación. Tal lejanía les ha llevado a crear sus propias opciones de recreación y alimentación, convirtiendo la necesidad y las oportunidades económicas en los inventos gastronómicos más creativos, enormes y deliciosos. Estás a punto de conocer el ejemplo perfecto, una de las torterías de vieja escuela más deliciosas del oriente: La Caprichosa. 

La colonia Los Ángeles es sede de múltiples opciones de comida callejera y un tianguis enorme que se extiende en toda la Avenida del Rosal. Artería principal del barrio y lugar para chacharear, hacer el mandado o empujarse una de las tortas gigantes y alargadas de La Caprichosa, una lonchería de antaño. Una puerta al pasado con gabinetes de madera, un menú que no ha cambiado en décadas y un barril de roble donde se prepara diariamente un rico y fresco tepache. Por fortuna, la gentrificación no ha puesto sus ojos en esa parte de la ciudad ni en esta joya gastronómica. 

El menú de esta tortería es un glosario de gentilicios, donde el platillo hace alusión a detalles de la región y sus habitantes. La Cubana tiene mucha pierna, la Suiza es de puro queso, la Española lleva chorizo y la Oaxaqueña está atiborrada de quesillo, pero el platillo que encabeza el menú, el más atiborrado de sabor y carne, se llama La Pirata: una combinación de quesillo, milanesa y lomo adobado abundante entre dos panes alargados con mayonesa, jitomate, cebolla y chipotle. Una oda al barrio y a sus sabores que haría que cualquier tortería del centro envidie su sazón. 

Dicen que en la época prehispánica, Iztapalapa tenía a los guerreros más fuertes del imperio. Hoy la nueva casta iztapalapense, tiene grandes chefs sin estrellas pero con una enorme creatividad culinaria. 

Bájese del metro Constitución de 1917 y pásele porque esta Caprichosa y su Pirata se hacen querer desde la primera mordida. Acompáñela con un tepache recién salido del barril.

Foto: Chilango (Fabián García)

DÓNDE COMERLO…

TORTAS LA CAPRICHOSA

Avenida del Rosal 213, Los Ángeles, Iztapalapa.
Lun-dom: 10-00 h
Torta “La Pirata”: $130

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