Decir “pizza napolitana” podría sonar a pleonasmo, pues fue en la región de Nápoles donde se creó este plato que es de los más populares en el mundo, pero es justo esa universalidad lo que ha hecho que el estilo napolitano ya no sea el que permee.

Está la pizza estilo Chicago, que es gruesa y se hornea en un sartén, la estilo neoyorkino con masa fina, ambas derivaciones hechas en Estados Unidos. En Italia, aunque también hay una buena diversidad de pizzas, la napolitana es la que más respeto infunde. 

En la CDMX no tenemos mucho de eso, nuestra cercanía con Estados Unidos y la comida rápida así como las nuevas versiones de pizza con chilaquiles o carne al pastor han invadido un poco más el mercado. Pero aún hay lugares que traen esas versiones de pizza que son mucho más apegadas al origen napolitano. Mammut es uno de ellos.

Ubicado en la colonia Juárez, este restaurante con diseño que va entre lo vintage y lo futurista ofrece una experiencia en Pizza & Spritz que promete hacerte pasar un buen rato y quedarte con ganas de repetir… la visita. Podemos agregar que hay buena selección de música de rock suavecito muy agradable.

La carta de Mammut está mayoritariamente dedicada a las variedades de pizza y a diversos tipos de spritz.

El chef Daniel Hernández ha logrado crear una masa de pizza napolitana que es ligera, sabrosa y burbujeante, como los spritz, porque sí, la orilla no es dura sino infladita y con sabor a horno de leña. 

El secreto está en la forma de hacerla, pero también en los ingredientes, pues se elaboran con harinas finas con alto contenido de proteína fermentadas a temperatura controlada durante 48 a 72 horas y amasadas a mano. La mayoría de los ingredientes son locales, para lograr la mejor frescura por zona geográfica, además de impulsar el comercio local.

Prueba una rica pizza napolitana en CDMX

Aunque todas las pizzas se ven deliciosas, vale la pena probar las especialidades de la casa, como la de Cinco quesos que va con mozzarella fresca, gorgonzola, provolone, ricotta y parmesano; la Capricciosa, con mezcla de quesos, albóndigas, champiñones, salami soppressata, aceitunas y tomates deshidratados.

Nuestra favorita fue la Salchicha Diavola que va con una mezcla de quesos, salami calabrese, pepperoni, salchicha italiana y cebolla morada.

Hay curiosidades como la Bufala Nostra que tiene espárragos, tomate y aceituna, o también la Arrabiata que va con camarones al ajillo, tocino y chile jalapeño. 

Una barra italiana repleta de spritz

Es imposible no notar la gran variedad de botellas que hay en el lugar y en la barra, específicamente, de ahí el concepto de Mammut Spritzería. Aunque el Aperol es el más popular, hay diez combinaciones más, como el de limoncello, toronja, sandía con albahaca, y otros clásicos como el Hugo. 

Vale la pena explorar el menú más allá de las pizzas y los spritz, pues las pastas, entradas y las ensaladas prometen mucho. 

Pruebas las berenjenas fritas con miel picante, es una buena combinación de texturas y sabores; el carpaccio de betabel rostizado con miel de naranja y ricotta que sirven con pan pizza es fresco y muy sabroso.

Visualmente, la barra del lugar es súper llamativa, pero lo son más las creaciones que ocurren. Echa ojo a la coctelería clásica italiana para terminar la comida: negroni, amaretto sour, Americano (Campari, Vermouth rosso y Prosecco), el Cynat Tonic (licor de alcachofa y agua tónica) o el Aconte Cordiale (ron, cordial de cola, limón y cardamomo). Hay carajillos de $155.

Por último, pregunta por el maridaje, hay una buena selección de vinos orgánicos y biológicos que elaboró la Sommelier.