Ehden: el restaurante libanés más antiguo de CDMX

En una casona virreinal del Centro Histórico está Ehden, restaurante que reúne desde hace100 años a la comunidad libanesa y mexicana en CDMX.

En el Ehden Chilango no vive Adán y Eva, pero sí los sabores que algunxs imaginan en el paraíso. Desde 1930 se congregan alrededor de sus delicias quienes anhelan los sabores de la tierra de los cedros, pues las recetas siguen siendo las mismas que llegaron directito de esos lares “La oferta gastronómica que tiene el sabor más parecido al Líbano en México, es este restaurante”, asegura Erick Almanza.

Foto de Adela y Fuad con sus hijas, tomada del libro Que Dios te haga Grande, México.

La autenticidad de sus platillos no es lo único que atrae a sus comensales, Luis Manuel Ruiz Harfuch, quien administra el negocio, asegura que jamás sacrifican la calidad de sus ingredientes y que, además, cuidan que el trato a la clientela sea siempre el mejor “negarle algo a un cliente, me pesa”, comenta. 

Los sabores en Ehden

Hay opciones para todo tipo de dietas: si lo tuyo es la carne, te recomendamos pedir hojas de parra rellenas de carnero y arroz o kibbeh crudo, en bola o en sopa. Para lxs veganxs, la oferta es amplia, por ejemplo, ofrecen tabbule (ensalada acidita), hummus (crema de garbanzos), falafel (croquetas de garbanzo), lentejas con arroz.

Los postres casi siempre se viven como una pasta dulce en capas o tiras finas que al contacto con los dientes cruje para liberar una espesa marea de miel y semillas que inundan la boca. Todas las presentaciones para endulzar el paladar valen la pena, pero si te gusta el queso, no te puedes perder el belewe.

Para refrescarte, sugerimos jocoque líquido. Como digestivo, arak, es un destilado de uvas; y para despabilarte y, quizá, echar un vistazo a tu fortuna, un humeante café árabe que se cree, dibuja en su asiento pistas del futuro.

Ehden, un lugar escondido

Los alrededores y el edificio mismo son una postal del México antes. Se ubica en lo más añoso del primer cuadrante, en medio de mercerías, negocios de telas, en la que fue la casa del independentista Mariano Matamoros, como lo atestigua la placa de metal en su fachada.

Comerciantes y familias libanesas saben de memoria el camino, pero las y los clientes primerizos reconocen su entrada por el anuncio que cuelga del primer piso. Primero hay que cruzar un arco de más de tres metros de altura, luego un patio soleado, unas escaleras al final del mismo y un corredor para hallar este espacio de paredes blancas, repisas de madera, recuerdos del Medio Oriente, fotografías familiares y cuadros de San Charbel.

Una cafetera de cobre, un mortero y un molde para kibbeh, comida y ropa era lo que contenía el baúl con el que Adela Duayhe y su esposo Fuad Frangie huyeron del azote del imperio Otomano. Partieron de Zgarta, muy cerca de la ciudad Ehden, de ahí el nombre del restaurante.

Ehden, un restaurante histórico en CDMX

Una cafetera de cobre, un mortero y un molde para kibbeh, comida y ropa era lo que contenía el baúl con el que Adela Duayhe y su esposo Fuad Frangie huyeron del azote del imperio Otomano. Partieron de Zgarta, muy cerca de la ciudad Ehden, de ahí el nombre del restaurante.

Al poco tiempo de instalarse en el Centro Histórico de la CDMX, Adela abrió un comedorcito con tres mesas y una exposición de ollas impecables colgadas en la pared. La buena sazón y el trato cálido del negocio fue creciendo en fama, al igual que el número de mesas y el tamaño de los inmuebles que las albergaban.

Olga, la segunda hija del matrimonio Frangie, continuó, hasta sus últimos días, con el restaurante y, también con los consejos de su mamá: llevar una vida limpia, como si estuviera cocinando, guiarse por la intuición cómo al sazonar un guiso, tener siempre muchísima comida para quien llegara, ser humilde con los humildes y poderosas con las poderosas y recibir a ambos en la mesa.

Fachada de la ubicación actual de Ehden.

Tanto Olga como Adela y sus familiares ayudaron a decenas de libaneses y mexicanxs en necesidad a lo largo de su vida, muestra del amor que sentían por nuestro país, sentimiento que resumían con la plegaria “Aala zambra Mexique” que quiere decir “Que Dios te haga grande, México” anhelo que se siente real, vivo, en la comida, el ambiente y el trato del Ehden.

Ehden

Dónde: Venustiano Carranza 148, Col. Centro, CDMX

Horario: lunes a domingo de 11:30 a 18:00 horas

Consumo promedio: $350 p/p

IG: @restaurant_ehden

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